La felicitación de los ediles de PSOE y Podemos por el contrato de las mascarillas

“Don Javier Barbero y Don Ramón Silva aprovechan para agradecer y poner en valor todo el enorme trabajo que desde el Área de Hacienda se está realizando en condiciones nada fáciles”. Este texto es un extracto del acta de la reunión en la que en el Ayuntamiento de Madrid se acordó dar luz verde al polémico contrato de las mascarillas que hoy investiga la Fiscalía y que la oposición parece haber descubierto por la prensa. Javier Barbero y Ramón Silva son concejales de Podemos y el PSOE, respectivamente. Como se aprecia en la frase con la que arranca este artículo, ambos ediles se muestran muy satisfechos con la gestión que estaba llevando a cabo el equipo de José Luis Martínez Almeida para procurar material sanitario en tiempos de escasez. Ahora se escudan en la desinformación.

En el orden del día al que ha tenido acceso El Confidencial se detalla claramente las cantidades y los precios. Así se refleja la “adquisición de 250.000 test rápidos para Covid-19 (17 dólares unidad). Importe 4.250.000 dólares USA. Se adjunta factura proforma y documentación contractual anexa". Pago inicial 50 por ciento. Los guantes defectuosos también estaban en la propuesta visada por la oposición. “Adquisición de 2.500.000 guantes de protección (2 dólares unidad). Importe 5.000.000 dólares USA. Se adjunta factura proforma".

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Está claro que PSOE y Podemos sabían a cuánto se estaban pagando los materiales y que sí piden expresamente felicitar al departamento de Hacienda es porque están conformes. De aquí se deduce que ahora, cuando aprovechando el escándalo de la comisión cobrada por Luis Medina y su socio, la oposición se rasga las vestiduras por el sobrecoste no es más que una pose. En el caso de las mascarillas hay muchas lagunas y se deben disipar todas las dudas, pero quejarse de que se pagaron muy caras no es una de ellas. En las farmacias llegamos a pagar más de veinte euros por las FP2 que por aquel entonces llamábamos “de pico de pato” y que hubo dudas hasta de su homologación. Que ahora a todos nos suena a estafa es otra cosa. Más tras conocerse que Luis Medina y su socio inflaron los precios para cobrar una comisión obscena. Esto no lo podían saber entonces ni el PSOE ni Podemos, pero tampoco Almeida.

La labor de la oposición es fiscalizar al que ostenta el poder, pero desde la coherencia. Exijan que se revisen todos los contratos de las administraciones, pero de todas. Señores Javier Barbero y Ramón Silva hagan gala de la grandeza política que en su día demostraron reconociendo la labor del adversario político. Pidan todas las explicaciones, pero asuman las decisiones en las que participaron y si hay la mínima sospecha de que el alcalde ha cometido algún delito denuncien y presenten una moción de censura. No olviden que suscribieron como reza el escrito “por unanimidad el otorgamiento de poderes y facultades mancomunadas a la presidenta de la empresa Doña Inmaculada Sanz Otero y a Don Fernando Sánchez González, gerente de la empresa, para que en nombre de la empresa y de acuerdo con la petición realizada por el Ayuntamiento de Madrid proceda a la ejecución y pago de las mencionadas operaciones mediante transferencia bancaria a las cuentas indicadas en la documentación adjunta”.

Es un bulo que no se pueda convocar una moción de censura a un año de las elecciones

La moción parece que no arranca. Begoña Villacís se resiste. Como contamos la semana pasada ella esperará y medirá bien sus cartas. Dicen que hay un dato importante a tener en cuenta y es que Villacís ve con mejores ojos al PP de Feijóo que al de Casado. El problema no era Pablo si no el secretario general, Teodoro García Egea, y el lugar que le dio a Fran Hervías en Génova. El conocido como 'el señor Lobo' fue minando a los naranjas con información que sacó durante su etapa como responsable de Organización de Cs. Villacís no quiere acabar en el PP, pero la realidad es tozuda. Ciudadanos está en extinción y la pugna por el centro entre Sánchez y Feijóo le deja sin espacio. La opción de dar un golpe y convertirse en alcaldesa con PSOE y Podemos en el gobierno no es muy seductora. Siempre será una bala guardada en la recámara. Es un bulo que no se puedan presentar a menos de un año de las elecciones. Rita Mestre, necesaria para una operación, derribo no está por la labor. ¿Qué gana? Es mejor seguir en la oposición que dejar que Almeida vuelva a sus orígenes donde ya se demostró con Carmena que se maneja a la perfección.

P.D. ¿Quién susurró y no solo una vez si no varias al alcalde nombres de empresas para contratar? Una pista: ya no está en la cancha.