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Lo que esconde la voladura controlada que Sánchez ha ordenado en el CGPJ
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Pilar Gómez

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Lo que esconde la voladura controlada que Sánchez ha ordenado en el CGPJ

Necesita asumir la presidencia de turno de la UE con el máximo órgano de gobierno de los jueces renovado. Bruselas lo exige y él está dispuesto a todo. Incluso a que se delinca

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)
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El Consejo General del Poder Judicial lleva más de cuatro años caducado. No es ninguna novedad la situación de deterioro de la institución ni para usted ni para Sánchez. Tampoco es una de las principales preocupaciones ni para usted ni para Sánchez. Salvo que usted sea uno de esos españoles que viaja en el vagón de Metro de la ministra de Justicia donde se habla de este asunto. Si es su caso es un privilegiado porque deduzco que como le ocurre a otra ministra, Nadia Calviño, encuentra grandes ofertas en su supermercado y la escalada imparable de precios hace mella en su ánimo de forma secundaria.

El antecedente busca poner la atención en por qué cíclicamente la renovación del máximo órgano de gobierno de los jueces salta a la primera línea de ocupaciones de Moncloa. En plena resaca de la moción de censura, que no ha sido una prioridad ni para usted ni para Sánchez, el brazo armado del presidente en el CGPJ, el socialista Álvaro Cuesta, promovía que los vocales progresistas dimitiesen en bloque. El objetivo es sembrar el caos y obligar al PP a volverse a sentar para desencallar un pacto que está redactado y que saltó por los aires porque a Moncloa en aquel momento le urgió más rebajar el delito de sedición. Había que contentar a ERC para aprobar los Presupuestos.

Foto: El presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (i), y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras. (EFE/Juan Carlos Caval)

Ahora el presidente está en modo líder planetario. No sufra si se le ha venido a la cabeza Bibiana Aído. La "miembra" del Ejecutivo de Zapatero es asesora especial de ONU Mujeres y desde 2017 representante en Ecuador. Ambos puestos bien remunerados. Sánchez asumirá en los próximos meses la presidencia de turno de la Unión Europea. Esto a usted no le importa, pero a Sánchez mucho. No puede permitirse asumir esta tarea con el CGPJ en situación de interinidad crónica. Bruselas ha advertido que merma la calidad democrática de España. Al contrario que la reflexión anterior, esto a usted si le importa a Sánchez nada. La prueba de ello es que la recomendación de las autoridades comunitarias pasa por "despolitizar" el CGPJ. Cambiar la ley para que los jueces elijan a los jueces. Moncloa no está dispuesta.

Aplicar los estándares europeos al CGPJ supondría prescindir de comisarios políticos como Álvaro Cuesta capaces de proponer a sus compañeros una deserción orquestada, aunque ello suponga la comisión de un delito. El artículo 409 del Código Penal recoge que "a las autoridades o funcionarios públicos que promovieren, dirigieren u organizaren el abandono colectivo y manifiestamente ilegal de un servicio público, se les castigará con la pena de multa de ocho a doce meses y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años". Un licenciado en derecho como Álvaro Cuesta debería saberlo. Sánchez no será el delincuente, usted tampoco.

Urge dar normalidad al CGPJ. Debe haber un pacto entre PSOE y PP desde la responsabilidad. Sin juego sucio

También sería deseable que el actual presidente por sustitución, Rafael Mozo, guardase las apariencias en honor al cargo que ostenta. Nadie pide que disimule su condición de progresista, tampoco que esconda que participa activamente en las reuniones para dinamitar la institución que preside, pero sí se le puede reprochar que celebre estos encuentros en su despacho. El mismo en el que Carlos Lesmes, su antecesor, recibía a los vocales para implorar un acuerdo que le permitiese complacer a Félix Bolaños. La mano derecha de Sánchez le embaucó con la promesa de acabar su carrera en el Constitucional. Solo se cumplió la parte de acabar. Lesmes renunció al cargo y en el tribunal de garantías reina Conde Pumpido.

Urge dar normalidad al CGPJ. Debe haber un pacto entre PSOE y PP desde la responsabilidad. Sin juego sucio. Siéntense Sánchez y Feijóo y no se levanten sin un consenso que cumpla con las premisas europeas de independencia y transparencia. Que sus acciones redunden en beneficio del buen funcionamiento del Estado y no del propio. Sánchez no se lo cree y usted tampoco.

El Consejo General del Poder Judicial lleva más de cuatro años caducado. No es ninguna novedad la situación de deterioro de la institución ni para usted ni para Sánchez. Tampoco es una de las principales preocupaciones ni para usted ni para Sánchez. Salvo que usted sea uno de esos españoles que viaja en el vagón de Metro de la ministra de Justicia donde se habla de este asunto. Si es su caso es un privilegiado porque deduzco que como le ocurre a otra ministra, Nadia Calviño, encuentra grandes ofertas en su supermercado y la escalada imparable de precios hace mella en su ánimo de forma secundaria.

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