Niebla en el Canal

La relación del Reino Unido con la Unión Europea ha sido siempre algo especial. Por una parte, está la Commonwealth, una realidad que excede con mucho el ámbito europeo, y por otra, pese a la insularidad del país, está la indudable europeidad del Reino Unido, geográfica, política e incluso culturalmente.

Son tiempos difíciles para toda Europa. Una Europa más diversa que nunca y que a la vez tiene que estar más unida que nunca. Surgen en la política muchos pescadores dispuestos a sacar algo del río revuelto, y se afanan más en ello que quienes tratan de calmar las aguas. En esa duda en que están muchos estados europeos, se hacen fuertes los movimientos nacionalistas que tratan de romperlos -pasa en España y en el Reino Unido- y se consolida también el euroescepticismo.

La crisis está siendo particularmente larga. No son pocos quienes se sienten frustrados con su Gobierno nacional y con la Unión Europea. La relación esfuerzo-trabajo-riqueza es más desigual que nunca y es fácil trasladar la culpa de ello a los órganos europeos, tan burocratizados, a los que hemos transmitido la mayor parte de nuestra soberanía económica.

Agitar banderas es sencillo y normalmente ofrece un rédito político inmediato. Buscar un enemigo exterior, en resumen. La crítica a la Unión Europea, que a veces realizan incluso los propios miembros del Consejo Europeo -jefes de Estado y de Gobierno-, va inadvertidamente alimentando a los euroescépticos.

En esa duda en que están muchos estados europeos, se hacen fuertes los nacionalismos que tratan de romperlos y se consolida el euroescepticismo

La victoria del UKIP en las elecciones europeas de 2014 -apenas el 35% de los británicos se molestó en votar- dio la alarma en Downing Street. Pudo ser un voto consciente o reflejo de la frustración -las mismas elecciones auparon a Podemos en España-, pero generó una inercia que se repitió en las legislativas de 2015. Cameron tuvo que prometer a su propio partido que celebraría un referéndum, y tiene cinco ministros de su gabinete a favor de la salida.

Sin duda, este río revuelto que combina frustración e indignación es peligroso. Pocos se atreven a aventurar un resultado, porque se va a votar con el corazón y no con la cabeza, como nos dice el Nobel de Economía Angus Deaton. No importa que una abrumadora mayoría de personalidades y entidades de todos los sectores de la sociedad civil británica se hayan pronunciado públicamente por la permanencia; pues pesan más los factores subjetivos que los económicos.

Ciudadanos cree en una futura Europa Federal, una Europa que no está completa sin el Reino Unido. Solo juntos podremos recuperar los valores europeos

Juntos somos más fuertes. La seguridad y defensa común, la crisis de los refugiados y la recuperación económica son tarea de todos los europeos. Ciudadanos cree en una futura Europa Federal, una Europa que no está completa sin el Reino Unido. Solamente juntos podremos recuperar los valores europeos, defenderemos mejor nuestras libertades y estableceremos un marco de colaboración más justo con las potencias emergentes.

Desde la perspectiva española, nos resulta ya imposible concebir una vida fuera de la UE, en la que hemos basado nuestro progreso social de las últimas décadas. No solo afectaría a la economía, sino a la mayor parte de nuestra actividad social, laboral, educativa… estamos integrados a un nivel que jamás soñaron nuestros mayores hasta que llegó 1986.

Y creo que como europeos debemos hacer lo posible por hacer ver a los británicos esa fuerza que tiene la Unión, la importancia de estar juntos. Por eso, todos tenemos que apoyar inequívocamente la permanencia del Reino Unido.

Por cierto que no son pocos los militantes y simpatizantes de Ciudadanos en el Reino Unido que se han involucrado en la campaña #INTogether. Para recordar lo que nos une, para no olvidar lo que hemos conseguido juntos y tratar de disipar para siempre esta prolongada niebla en el Canal.