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Debate abierto sobre la sucesión de Zapatero
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José Antonio Zarzalejos

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Debate abierto sobre la sucesión de Zapatero

Hace sólo unos meses un alto dirigente del PP me confesó que la peor hipótesis para su partido en las próximas elecciones generales sería que el

Hace sólo unos meses un alto dirigente del PP me confesó que la peor hipótesis para su partido en las próximas elecciones generales sería que el PSOE sustituyese a Rodríguez Zapatero por un candidato/a de refresco. En aquel momento no me pareció verosímil que esa hipótesis pudiera darse. Sin embargo, lo es. El diario Público -en la órbita de la izquierda- abría su edición del pasado domingo con una información según la cual, el presidente aplazaba hasta 2011 el debate sobre su presentación de nuevo en las elecciones generales. Sin embargo, lo más llamativo fue el artículo publicado en el diario El País el viernes anterior, 18 de diciembre, firmado por el  sociólogo José Luis Álvarez bajo el título ¿Y si Zapatero no vuelve a presentarse?

Para el articulista la carencia de liderazgo tanto de Rajoy como de Zapatero será “irremediable” en las próximas elecciones legislativas de 2012, planteando la cuestión de si “Zapatero debe renunciar a presentarse la tercera vez, adelantando su sucesión para que emerja un nuevo cabeza de lista socialista.”  Álvarez da por perdidas las elecciones para el PSOE si se presenta Zapatero, suponiendo (véanse las encuestas de este fin de semana pasado de El Periódico de Catalunya y ABC, en el desplome socialista) que “es lo que más le conviene a Rajoy”. Escribe que “una derrota de Zapatero puede abocar al PSOE a una travesía del desierto similar a la de sus correligionarios franceses, italianos y alemanes.” Incluso, aunque el sucesor de Zapatero perdiera ante Rajoy, el sociólogo cree que sería buena la sustitución del actual presidente ya que “nadie podría exigirle que ganara a la primera.” Y llega a afirmar que “el principal reto de Zapatero es ya su sucesión”.

El entorno intelectual del PSOE, y de la izquierda en general, parece haber detectado el agotamiento de la figura política de Zapatero porque “ya no tiene nada sustancialmente nuevo y distintivo que ofrecer” (José Luis Álvarez); que la única solución para que el PP no se haga con el poder es apostar por una figura más creíble y solvente. Al margen de que este análisis -y el ruido de fondo que lo acompaña- delate con seguridad que los socialistas son conscientes de que el Presidente del Gobierno ha agotado su crédito, es cierto que se percibe un punto de inflexión generalizado a partir del cual se ha invertido el estado general de la opinión pública: este Gobierno no está en condiciones de sacar de la crisis a España, su política económica es heterodoxa respecto de los países de la UE, la política exterior de Zapatero nos aísla y el Presidente se ha metido en todos los charcos que dividen y crispan a la sociedad española: desde la ley del aborto, hasta un anteproyecto de ley de Economía Sostenible, que ha cosechado un fracaso general, pasando por un dislocamiento del Estado de las autonomías. La alternativa, guste poco o mucho, se impone al menos como remedio a una gobernanza ya sin rumbo.

La última intervención de Zapatero en la cumbre de Copenhague -que ha sido un total fiasco y en la que España ha carecido del más mínimo relieve- rozó el ridículo por su cursilería: “el planeta es del viento” dijo el Presidente creyendo que pronunciaba una gran frase. Pocas horas antes, Zapatero con su ministra Espinosa, se mostraba “antropológicamente optimista” sobre los resultados de un encuentro internacional que hasta el más lego sabía que estaba abocado al fracaso. La anécdota, si así cabe considerarla, remite a un Presidente que ha perdido el sentido de la realidad y que, como comienza a barruntarse, es ya un perdedor. Y como el entorno intelectual del PSOE -que ya le abandonó hace unos meses- se da cuenta de que la continuidad de su liderazgo lleva al socialismo a la oposición de modo indefectible, plantea desde ahora el debate de su sucesión anticipada.

 Es difícil cambiar de caballo en plena carrera, pero como dice José Luis Álvarez en el artículo que vengo glosando “El PP no necesita detallar un programa contra la crisis económica, especialmente cuando la izquierda gobernante ha sido incapaz de proponer una lectura convincente de sus causas y, sobre todo, de proponer y comunicar políticas para encontrarle una salida”. Más claro, agua: el debate sobre la sucesión de Zapatero está  abierto desde sus propias filas.

Hace sólo unos meses un alto dirigente del PP me confesó que la peor hipótesis para su partido en las próximas elecciones generales sería que el PSOE sustituyese a Rodríguez Zapatero por un candidato/a de refresco. En aquel momento no me pareció verosímil que esa hipótesis pudiera darse. Sin embargo, lo es. El diario Público -en la órbita de la izquierda- abría su edición del pasado domingo con una información según la cual, el presidente aplazaba hasta 2011 el debate sobre su presentación de nuevo en las elecciones generales. Sin embargo, lo más llamativo fue el artículo publicado en el diario El País el viernes anterior, 18 de diciembre, firmado por el  sociólogo José Luis Álvarez bajo el título ¿Y si Zapatero no vuelve a presentarse?