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El Congreso de las 'Vidas Rotas'
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José Antonio Zarzalejos

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El Congreso de las 'Vidas Rotas'

Salgamos por unos momentos de la espiral analítica de la recesión económica para fijar la atención sobre otro asunto que afecta a la convivencia de manera

Salgamos por unos momentos de la espiral analítica de la recesión económica para fijar la atención sobre otro asunto que afecta a la convivencia de manera gravísima y que está lejos de liquidarse: el terrorismo. Mañana comienza en Salamanca el VI Congreso de Víctimas del terrorismo que viene organizando con tesón la Fundación San Pablo-CEU bajo la perseverante dirección de Cayetano González. Acudirá a la ciudad castellana medio millar de victimas de las bandas asesinas. Más de trescientas, de ETA; no menos de cincuenta de otros países y decenas de personas afectadas por la barbarie de distintas organizaciones criminales.

El evento coincide con el descubrimiento de que Portugal (concretamente y, de momento, la localidad de Óbidos)  se había convertido en un nuevo santuario de la banda en sustitución de Francia, en donde la policía de Sarkozy no admite –como ocurriera antes— ni un adarme de impunidad. En Óbidos, el arsenal incautado a los etarras que han logrado huir era similar al histórico de Cahors. En la localidad lusa se han hallado entre 800 y 1.500 kilogramos de explosivos (las fuentes difieren en los elementos cuantitativos) y se ha desmantelado un centro operativo que proyectaba atentados en ciudades andaluzas (Cádiz, Sevilla) y en Madrid. Había ordenadores, móviles, dinero, armas cortas, vehículos…es decir, el cortejo mortal y habitual de la banda terrorista.

En otras palabras: el aparto militar y el logístico se habían desplazado de Francia a Portugal y estaba al cargo de dos delincuentes peligrosísimos: Andoni Zengotitabengoa y Oier Gómez, huidos de la Policía y, por lo tanto, prestos a perpetrar un atentado, que es lo que ETA precisa para demostrar a los suyos que sigue “viva” y terminar de reventar el rigodón mentiroso de la llamada “izquierda abertzale” que, jugando con palabras y utilizando eufemismos, pretende engañar al sistema y presentar candidaturas en las locales de 2011.

Hay que estar alerta porque el atentado puede producirse en cualquier momento y engrosar las trágica pero certeras y necesarias páginas de ese libro colosal que es Vidas Rotas (857 en apenas 50 años) y que acaba de salir a las librerías editado por Espasa. Escrito por Florencio Domínguez –periodista de referencia en este tema-, Rogelio Alonso—especialista de los mejores en la materia, profesor de la Juan Carlos I— y Marcos García Rey, la obra es un documento a la memoria de las víctimas de ETA. Todas ellas están biografiadas y todos los asesinos están igualmente descritos. El libro es una tremenda suma de vidas, efectivamente, rotas por el terrorismo. Vidas de “hombres, mujeres y niños, víctimas de ETA” como reza el subtítulo de la obra.

Las víctimas y el necesario apoyo de la sociedad

Necesitábamos un documento de esta naturaleza para atornillar la memoria de la sangría que a España le ha infligido el terrorismo nacionalista de ETA. Porque el combate contra el terrorismo es judicial, policial e internacional. Pero es moral y esa moralidad exige la visibilidad de las víctimas, su testimonio y el establecimiento de un circuito de afecto, admiración y apoyo de la sociedad hacia ellas. Eso se consigue, en parte, mediante estos Congresos como el de Salamanca que cumple ya su sexta edición. Estarán los Príncipes de Asturias y muchos especialistas y políticos. Lamentablemente, no irá –nunca ha ido— el presidente del Gobierno, ni su viajera vicepresidenta primera, ni el ministro del Interior y, lo que es peor, tampoco el lendakari López que pierde la ocasión de serlo de “todos”.

¿Por qué no va el presidente del Gobierno vasco? ¿Por la presencia de Aznar? ¿Porque lo organiza una Fundación confesional? ¿Por qué no van los socialistas a este Congreso que es el más sólido y de mejor trayectoria nacional e internacional? Allí, en Salamanca, estarán  centenares de “vidas rotas” que el libro de Domínguez, Alonso y García Rey describen con puntillosa exactitud. Y ante las víctimas no hay ideología, ni políticas tácticas, ni filias ni fobias. Sólo admiración y agradecimiento. No habríamos llegado aquí sin su callado sufrimiento, sin su resignación patriótica, sin su arrojo ético. Conózcanlas en Vidas Rotas y pásmense.

Salgamos por unos momentos de la espiral analítica de la recesión económica para fijar la atención sobre otro asunto que afecta a la convivencia de manera gravísima y que está lejos de liquidarse: el terrorismo. Mañana comienza en Salamanca el VI Congreso de Víctimas del terrorismo que viene organizando con tesón la Fundación San Pablo-CEU bajo la perseverante dirección de Cayetano González. Acudirá a la ciudad castellana medio millar de victimas de las bandas asesinas. Más de trescientas, de ETA; no menos de cincuenta de otros países y decenas de personas afectadas por la barbarie de distintas organizaciones criminales.

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