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Por qué no estoy en la SER
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José Antonio Zarzalejos

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Por qué no estoy en la SER

No encontré entonces, y sigo sin localizarlo ahora, el modo de superar la contradicción de colaborar simultáneamente (y cobrar) con demandante (Prisa) y demandado (El Confidencial)

Foto: Pepa Bueno entrevista al presidente Mariano Rajoy. (EFE)
Pepa Bueno entrevista al presidente Mariano Rajoy. (EFE)

Ayer, Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa, supuso públicamente que he dejado la SER para “no tener dificultades” con este diario, después de que él interpusiera —a través del grupo que dirige— una demanda por competencia desleal contra la editora de El Confidencial. La opinión de Cebrián está confundida. Y por ello rompo mi discreto silencio. Tengo por la SER un gran aprecio: en lo personal —en ella dispongo de no pocos amigos y queridos compañeros— y en lo profesional: largos años de continua colaboración en el programa estrella de la cadena, 'Hoy por hoy'. Empecé en los años noventa con Iñaki Gabilondo, continué luego con Carles Francino y hasta el pasado 12 de octubre colaboré con Pepa Bueno. Y debo dejar claro que en todos estos años he dispuesto de plena libertad de opinión. Mi biografía radiofónica está escrita en la cadena SER.

Dejar la SER —y como les comuniqué a sus responsables, lo hacía temporalmente, en la confianza de que Prisa y la editora de El Confidencial normalizasen sus relaciones— ha sido una decisión difícil en distintos órdenes. Es cierto que los directivos de la SER no me pidieron que abandonara el programa. Pero también lo es que desde El Confidencial en ningún momento se me formuló sugerencia o indicación alguna para que lo hiciera. La decisión fue mía y solo mía, debido a la contradicción que me suscitaba el hecho de escribir en este diario, infundadamente —a mi juicio— demandado por el Grupo Prisa, del que la SER es uno de sus principales medios. No encontré entonces, y sigo sin localizarlo ahora, el modo de superar la contradicción de colaborar simultáneamente (y cobrar) con el demandante y con el demandado.

Una precisión: hubiese seguido en la cadena SER si la demanda hubiese sido interpuesta por el presidente de Prisa a título personal y no por la compañía

Podría, seguramente, haber continuado escribiendo en este diario y colaborando en 'Hoy por hoy' de la SER. Pero se hubiese tratado de una situación anómala, nada coherente e, incluso, hasta un punto cínica, que ni merecía El Confidencial ni tampoco la cadena de radio. Y en modo alguno los lectores de este periódico y los oyentes de la SER. No hay otra explicación para mi ausencia en el programa de Pepa Buena en la cadena SER. Quiero confiar —quizás es un ejercicio de puro voluntarismo— que, ante la inverosimilitud jurídica de las acusaciones que se vierten contra El Confidencial por unas informaciones relativas al patrimonio de su presidente, Juan Luis Cebrián, este y la compañía que preside tomen una decisión procesal y racional que evite la continuación del proceso, y se asuma que este diario solo hizo uso de su derecho a la libertad de información.

Termino con una precisión: hubiese seguido en la cadena SER —salvo decisión en contrario de sus responsables— si la demanda contra El Confidencial hubiese sido interpuesta por el presidente de Prisa a título personal y no por la compañía que dirige, que no fue mencionada en dichas informaciones. La discreción sobre mi salida de la SER era obligada, porque ha sido voluntaria y nada en absoluto tenía —ni tengo— que reprochar a esa casa, en la que he recibido siempre un trato personal y profesional exquisito. Y si ahora rompo el silencio, se debe a la errónea —y también injusta— suposición de que El Confidencial me habría causado 'dificultades' de haber seguido en la emisora de Prisa. No debería ser difícil entender que hay decisiones estrictamente personales que se adoptan libérrimamente, aunque con costes, para no perder algunos intangibles que son los más difíciles de recuperar si se perdiesen. Lo que hubiese ocurrido si, ante la demanda de Prisa contra este diario, no me hubiese sentido concernido. La vida es una continua opción.

Ayer, Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa, supuso públicamente que he dejado la SER para “no tener dificultades” con este diario, después de que él interpusiera —a través del grupo que dirige— una demanda por competencia desleal contra la editora de El Confidencial. La opinión de Cebrián está confundida. Y por ello rompo mi discreto silencio. Tengo por la SER un gran aprecio: en lo personal —en ella dispongo de no pocos amigos y queridos compañeros— y en lo profesional: largos años de continua colaboración en el programa estrella de la cadena, 'Hoy por hoy'. Empecé en los años noventa con Iñaki Gabilondo, continué luego con Carles Francino y hasta el pasado 12 de octubre colaboré con Pepa Bueno. Y debo dejar claro que en todos estos años he dispuesto de plena libertad de opinión. Mi biografía radiofónica está escrita en la cadena SER.

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