Palabras en el Quicio
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Los inadaptados y los antisistema copan el PP
No dejen de leer los argumentos de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Segovia respecto al preso Jaume Matas. Pasarán a la historia de
No dejen de leer los argumentos de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Segovia respecto al preso Jaume Matas. Pasarán a la historia de la literatura carcelaria como retrato preciso de la elite política ladrona. Si Rajoy fuera coherente, tras leer el documento, sabría llegado el momento de aplicar aquello que pidió allá por el año 2004. Él aseguró que Matas era su modelo: quería ser como él y formar un Gobierno como el suyo; deseaba hacer en España como él en Baleares. Si el camino de Matas lo ha conducido directo a la cárcel, ¿no es el momento de ir todos juntos, y Rajoy el primero, por la senda de la prisión?
No desvarío. Vean hasta qué punto los profesionales de la cárcel de Segovia atinan con el diagnóstico. Aquello que un ciudadano expresa mediante la desabrida expresión “Que se vayan”, el documento lo eleva a poesía carcelaria: “Es un buen preso, pero un mal ciudadano”, aseguran respecto a Matas. ¿No diríamos lo mismo de tantos líderes populares? ¿No creen que el propio Rajoy sería un preso ejemplar?
El diagnóstico que los profesionales de la cárcel le han hecho a Matas vale para todo un establishment egoísta que lleva años disfrutando de impunidad y no desiste de ella hasta el final, como muestra el propio caso de Matas. Gracias a un indulto encubierto del Ministerio del Interior ya sólo va a la cárcel a dormir, contraviniendo la recomendación de los expertos. Así funciona este país: tenemos funcionarios que evalúan de forma objetiva a los presos, como teníamos inspectores del Banco de España que evaluaban fielmente el desastre de las cajas de ahorros. Como siempre se deja una vía política abierta para deshacer las decisiones independientes, ni Matas duerme en la cárcel ni las cajas se salvaron del saqueo.
El informe asegura que Matas sufre un problema de “inadaptación”, porque no ven “asunción de su responsabilidad delictiva”. Le ocurre lo mismo al presidente del Gobierno, que no asume su responsabilidad política, pese a tener a su tesorero en la cárcel y a su héroe entrando y saliendo de ésta como quien sale de El Corte Inglés, sin que se le caiga la cara de vergüenza. Estamos gobernados por inadaptados que ignoran las convulsiones en el estómago de los ciudadanos cuando ven esas imágenes.
Observen, por último, la puntería de esta frase: “El internamiento efectivo es el único modo de concienciar al delincuente de su mal comportamiento social”. Ésta es la cuestión: después de años robando, no se dan cuenta, no entienden el daño que han hecho. Creen que un rayo caído del cielo ha llevado al expresidente balear a la cárcel.
Lo peor es que están dispuestos a morir matando. ¿Han oído el último gag de los portavoces populares? Andan con el miedo en el cuerpo por el ascenso de Podemos en las encuestas y han decidido atemorizar a todos los ciudadanos diciendo a diestro y siniestro que los de Pablo Iglesias son antisistema. Si no creen realmente esa afirmación, emplear el discurso del miedo es un recurso deplorable, que vuelve a infantilizar y estupidizar a los ciudadanos. Si lo piensan de verdad, aplíquense a expulsar a todos los corruptos de la vida pública (esto lo deben pactar con el PSOE) y a tomar medidas radicales contra la corrupción. Porque si dentro de un año se presentan ante los electores asustándoles con el cuento de los antisistema, la gente, con buen criterio, les dirá: si vosotros, teniendo mayoría absoluta, no hicisteis nada para cambiar las cosas, sois vosotros los antisistema, pues los habéis llevado en volandas al poder.
Inadaptados, porque no entienden lo que está ocurriendo. Antisistema, porque no harán nada para evitarlo. O echamos a este Gobierno o nos acaban echando a todos del país.
No dejen de leer los argumentos de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Segovia respecto al preso Jaume Matas. Pasarán a la historia de la literatura carcelaria como retrato preciso de la elite política ladrona. Si Rajoy fuera coherente, tras leer el documento, sabría llegado el momento de aplicar aquello que pidió allá por el año 2004. Él aseguró que Matas era su modelo: quería ser como él y formar un Gobierno como el suyo; deseaba hacer en España como él en Baleares. Si el camino de Matas lo ha conducido directo a la cárcel, ¿no es el momento de ir todos juntos, y Rajoy el primero, por la senda de la prisión?