Lo de Caldera, Miss Amy y los 50.000

El “comando Rubalcaba” vuelve a estar operativo. Las concentraciones ante la Oficina Central del PP es la prueba del delito en opinión de los estrategas populares. Dicen.

Ha pasado relativamente desapercibido el varapalo judicial (TSJA) que el gobierno autónomo de José Antonio Griñán ha recibido a propósito de su cacicada (noviembre 2011, justo antes de las elecciones regionales) de hacer funcionarios a 30.000 contratados en la administración paralela andaluza, muchos de ellos parientes, familiares, afiliados a UGT y CCOO, razón por la cual los sindicatos avalaron con su firma el atropello de pasar a la plantilla oficial de funcionarios sin pasar por la pertinente oposición.

No es el único asunto feo que envuelve al socialismo desteñido. Porque “miss Amy” y sus daños colaterales provoca odios africanos entre los compañero del metal. El “golfo” Mulas (López dixit) ha llevado la discordia a Ferraz y Gobelas. El siempre inquietante Jesús Caldera se aferra al cargo como percebe a la roca en los intentos de Elena Valenciano por volarle la cabeza.

La Red se inunda de chistes a propósito de la excitante Amy, mujer urbanita donde las haya, y de su ex marido del que pronto pueden aparecer más datos acerca de su voracidad para la facturación, progresista, naturalmente.

Pregunto: ¿los 50.000 euros del ala han sido devueltos?

No consta. Y presumiblemente ni constará. Familia que cuenta unida permanece firme. Nada tiene de extraño que el jefe de filas haya llamado a rebato para fusilar al amanecer al jefe del gobierno que anda titubeando entre los retortijones de Bárcenas.

Ya dijo el clásico que una mancha de mora con otra se borra.