Cañete, el ministro más rico y jacarandoso

Miguel Arias Cañete no sólo es el más rico de los ministros de Mariano Rajoy, que lo es, si no que arrastra ese toque sobrado de tipo que se conoce el percal sobre el que borda. Los ministros que suelen repetir tienen esa condición y esa ventaja.

Su recomendación de la ducha fría para ahorrar el líquido elemento y energía tiene su aquel, además de que activa las neuronas… Pero este nunca ha sido un país para gracietas en momentos de quebranto.

El presidente bebe los vientos por un colaborador próximo al que, además de ser amigo personal (dentro lo que la naturaleza permite a Mariano ser “amigo personal”), valora su enorme conocimiento de la cosa agrícola comunitaria y su olfato político. Dicho en román paladino: se trata de un ministro que le ofrece más soluciones que problemas le crea.

Pero si alguien puede pensar que la tarea de Arias Cañete se circunscribe sólo y únicamente al cultivo del tomate almeriense o la exportación de caldos de la Ribera, anda muy equivocado. Hace algunas fechas llamé a su despacho para confrontar con él una información que le refería.

-El ministro no puede ponerse… Está en su hora de clase… -respondió un amable edecán del abogado del Estado en excedencia.

-¿En su hora de clase?  -insistí alucinado.

-Sí, sí, don Miguel está aprendiendo chino mandarín… ¡Ya sabe usted, el chino que es el futuro…!

-¡Aaah!