Cuando Cospedal sólo bebía agua

Contando los minutos que restan para irse unos días a relajarse a las playas marbellíes, la lideresa manchega, delgada, enjuta y juncosa, pidió una copa de agua y apenas probó el jamón y el queso made in CLM que un frugal cóctel deparaba en la inmortal Toledo.

Por los aledaños pululaba Ignacio López del Hierro, que made in Sevilla aclaraba lo que María Dolores hacía de tripas corazón por callarse, mientras el otro Nacho (Villa) oficiaba de perfecto anfitrión.

Cospedal no se anda por las ramas. “A mí ese individuo (Bárcenas) no me dobla el pulso y si alguien cree que, si esto se cae, que no se caerá, se puede salvar solito es bobo de baba porque aquí no hay salvaciones individuales...”

Su doble tajo no le ha impedido en los últimos días batirse en duelo con el lastre que arrumba las bodegas del enorme paquebote que fundara Manuel Fraga. A pesar de todo, Cospedal tampoco se acaba de caer de un guindo y es consciente de que la señalan como una de las presas más codiciadas por el inquilino de Soto del Real, y que la vieja guardia (ahora silente y acongojada) se la tiene jurada y más que jurada. ¡Pero tampoco están para muchos trotes!

La clave de sus durísimas intervenciones de los últimos días hay que encontrarla en su intento de evitar que la moral popular se venga abajo. “Y no se ha venido... Muy al revés”.

“Gentes que han crecido en este partido y ahora no se les ve...”, dijo. ¿Quién? ¿Quiénes? Todo el mundo sabe poner al alegato nombres, apellidos e intereses. En la dulce, inacabada e inquietante melodía de las ambiciones políticas de ayer y de hoy. Por la firmeza en sus apreciaciones pude colegir que su lista de los “crecidos” está completa, aunque no cerrada.

La generala secretaria del Partido Popular continuaba tomando agua... Un calor seco, plano y toledano hacía callar a las cigarras... Podrá cometer errores, de hecho los comete, pero nadie podrá poner en duda que la dama ha demostrado arrestos para intentar yugular un quilombo que no le corresponde. Su cuaderno de bitácora de estos abrasadores días es lo que me hace falta para tabular un libro de 300 páginas que cierre definitivamente mi andadura periodística y de observador por eso tan mundo complejo, enorme y dispar que se ha dado en llamar el centro/derecha español.

Cospedal in action... Sigan atentos a la pantalla.