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¿Delendum est Pedro J.?
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Graciano Palomo

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¿Delendum est Pedro J.?

“Una cosa es publicar informaciones contrastadas y enjundiosas cuando se dispone de ellas y otra bien distinta emprender una ‘campaña’ de acoso y derribo contra el

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“Una cosa es publicar informaciones contrastadas y enjundiosas cuando se dispone de ellas y otra bien distinta emprender una ‘campaña’ de acoso y derribo contra el presidente y el gobierno para el que has pedido el voto…”.

Lo escucho en labios de un renombrado y reputado “firmante” del diario ‘El Mundo’ que lleva un cuarto de siglo subido a la chepa del controvertido y siempre noticiable director riojano. Traigo esto a colación porque el tema de la persecución y seguimiento policial o de los servicios de Inteligencia a Ramírez no se ha sustanciado tras la denuncia realizada por el interfecto en días pasados. Su fuerza para irrumpir en el panorama patrio por cualquier ocasión y durante todas las estaciones está fuera de toda duda por haberse demostrado durante los más de 30 años que lleva en el primer plano mediático español. Y como corresponde a este tipos de personajes que no pasan (ni pueden pasar) desapercibidos, las leyendas va por barrios.

La última tiene que ver con la pérdida de papel en los kioskos tras la arremetida ad hominem contra Mariano Rajoy (en realidad el ataque se produce en las calderas del innombrable ex de Soto del Real) y no sé cuántas operaciones más que podrían dar con los maltrechos huesos del director en el paro.

¡No me lo creo! Esa cantinela lleva oyéndola desde que Narcís Serra se fue a ver a los italianos por orden y cuenta de Felipe González y consiguió regresar de Milán con las manos vacías. Lo que Rajoy quiere es que le deje en paz. Creo que Pedro J. está a punto de rondar los 60 (o algo más) y su caso es, sin duda, más que un supuesto de ‘poder’ una prueba fehaciente de ‘influencia’, que es a lo que siempre jugó con sus aciertos y sus monumentales equivocaciones.

Ha conocido (y tratado) a todos los primeros ministros desde la restauración democrática y salvo con Mariano Rajoy su capacidad de penetración política está fuera de toda duda. Hasta el punto que en ese espectro del centro derecha las apuestas siguen incandescentes y en su punto álgido: ¿Ganará Rajoy o le defenestrará Pedro J.?

El hecho de que el debate nacional haya llegado a tan singular disyuntiva lo dice todo.

“Una cosa es publicar informaciones contrastadas y enjundiosas cuando se dispone de ellas y otra bien distinta emprender una ‘campaña’ de acoso y derribo contra el presidente y el gobierno para el que has pedido el voto…”.

Política Mariano Rajoy