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Lo de Picardo, en verso y en inglés
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Graciano Palomo

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Lo de Picardo, en verso y en inglés

Me llama mi colega y amigo Raúl del Pozo -no puede vivir con otra cosa que no sean las news-, para decirme que debo colgar la

Foto: El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo (EFE)
El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo (EFE)

Me llama mi colega y amigo Raúl del Pozo -no puede vivir con otra cosa que no sean las news-, para decirme que debo colgar la carta de Fabián Picardo al gobierno Rajoy de una pared de mi bodega -si la tuviera o tuviese- porque no se recuerda por estos lares tamaño dislate de un Ministro Principal (o la que sea) de la recordada Roca.

En efecto. La semana pasada entregué a mi director, que es de Guadalajara, un Palo Alto titulado “Los secretos de Picardo” en el que básicamente deponía acerca del seguimiento que “servicios secretos” estaban haciendo respecto a la letra pequeña que podría guardar en sus alforjas la susodicha autoridad gibraltareña que comanda la Colonia. Esto es lo sustancial: que es una colonia en pleno corazón de Europa entre dos aliados, socios e históricamente enemigos.

Me dicen que en la carta que presuntamente ha enviado el presunto Picardo, aleccionado por un colega que responde por el nombre de Jorge Bezares, al que respeto, me cita literalmente en un nombre tan inconfundible como el que mis santos padres tuvieron a bien ponerme en un ya lejano día castellano.

Pues bien, don Ministro Principal: gracias por concederme tanta autoridad periodística, sinceramente, pero le recuerdo que antes que periodista soy persona a la que no gustan las colonias y que tengo muy a gala ser ciudadano de un gran país como España. Con sus cosas, pero gran nación y gran pueblo.

Ello no condiciona para nada que yo tengo que publicar noticias verdaderas, que se correspondan con la verdad y opiniones que tengan lo anterior en el frontispicio. Pero voy a lo que provoca sus cuitas. Me reafirmo en lo escrito. Cosa, además, que va de suyo por cuanto su posición respecto al rol de España en relación con su territorio arrebatado afecta de plano a eso tan etéreo al que se refieren todos los gobiernos del mundo como “seguridad nacional”.

Lo que me sorprende es que usted se sorprenda de que le espíen. ¡Oiga, que usted ha ido a la ONU a insultar a los españoles!

Usted sabrá si lo que dicen los informes de los Servicios de Información es verdad o falso. Usted sabrá si paga los impuestos en España de sus propiedades en lar hispano y usted sabrá si hizo lo que dicen que hizo cuando trabajaba o trabaja para el bufete Hassans.

Con esos asesores tan relumbrantes que tiene y que no sé si lo hacen por precio o simplemente porque les cae usted muy simpático, debería saber a estas alturas que nada sale gratis, aunque se tenga por jefe al inglés que ya dijo Pérez Galdós que siempre ataca por retambufa.

Para terminar, un consejo: no se fíe usted de los 007 al servicio de su Graciosa Majestad... Porque quizá a la postre no resulta usted para ellos más que una anécdota en plan tonto útil, dicho sin ánimo de ofender.

Me llama mi colega y amigo Raúl del Pozo -no puede vivir con otra cosa que no sean las news-, para decirme que debo colgar la carta de Fabián Picardo al gobierno Rajoy de una pared de mi bodega -si la tuviera o tuviese- porque no se recuerda por estos lares tamaño dislate de un Ministro Principal (o la que sea) de la recordada Roca.

Fabian Picardo Gibraltar