El quinto hombre fuerte de Botella

Esta semana, coincidiendo con la vuelta al Ministerio de Asuntos Exteriores del siempre inquietante Fernando Villalonga–primísimo de aquel amigo de Aznar en Telefónica–, Ana Botella se ha quedado con su quinto hombre fuerte en menos de dieciocho meses. Una nueva prueba del enorme desbarajuste que hay en el primer municipio español donde sus policías tienen orden de multar a diestro y siniestro con un exclusivo afán recaudatorio.

Primero fue Miguel Ángel Villanueva, quemado en la hoguera de sus andanzas con gentes de la noche (fiestuquis, me refiero); luego su buena amiga, que lo es, Concepción Dancausa; más tarde el citado Fernando Villalonga; un poco después Enrique Núñez y ahora Juan Antonio Gómez-Angulo, que está lleno de experiencia política y bastantes conocimientos acerca de lo que es esa casa.

Madrid capital está en el alero y haría bien el Partido Popular en nominar ya un mirlo (a) blanco (a) porque la suegra de Alejandro Agag no es capaz de saltar ese listón electoral ni aunque Alvarito Pérez (El Bigotes) vuelva a su lado 'full time'o Miguel Ángel Rodríguez le dedique lo mejor de sus talentos, incluso sin haber libado ni un gramo de vapor.

Gómez-Angulo, coordinador general de la alcaldía, es la persona que en estos momentos ha tomado el mando de las operaciones: por ejemplo, ha aconsejado con buen criterio a su jefa una estrategia de perfil bajo, tras el rutilante ‘éxito’ de Madrid 2020, y más baja exposición mediática. ¿Para qué? Pues para que no continúe metiendo la patita, máxime cuando esta semana se cumple el aniversario del Madrid Arena.