De Quinto hace la ‘butifarra’ a Mas

Ya sabemos a estas alturas que el viejo binomio Estado/Nación está en revisión por mor de la globalización y la pequeñez del mundo. Hoy se pueden describir “naciones” fácticas como las de Google, Microsof, Coca-Cola, Repsol o BP. Hasta ahí casi llego. Por eso que, al final, los Estados nacionales sobreviven por el interés te quiero Andrés, al margen de los sentimientos que el tiempo y la historia hayan dejado en las generaciones más añejas mientras que las más jóvenes lo mismo les da que las da lo mismo. Se mueven por el mero subsistir.

Escrito lo anterior, reseñar el acontecer que nos alumbra. El presidente de Coca Cola España, Marcos de Quinto, un personaje atrabiliario donde los haya, alejado para mi solaz de las formas y maneras trasnochadas en ejecutivos de su porte y facturación, un moderno, oiga, le ha dicho a los talibanes del pancatalanismo que su marca, que es una marca , no va a etiquetar sus productos en catalán porque no le viene en gana. ¡Mire usted que está recibiendo presiones! Ni por esas. De Quinto considera más que suficiente que su firma haya incluido en su última campaña de marketing nombres como Josep o Montserrat. Pero los talibanes del Código de Consumo en Cataluña (artículo 128.1) exigen más. ¡Ni hablar del peluquín!

Don Marcos lo tiene claro: España es un mercado único y la rotulación seguirá en castellano. ¡A ver si se atreven a boicotear un producto con el que miles de catalanes se desayunan por la mañana!