Lo que preocupa a Rajoy/Cospedal

El principal aliado político del Partido Popular para seguir en el machito es, sin duda, el PSOE de Pérez Rubalcaba –ya hasta los suyos le boicotean cuando trataba de hablar de Química-, pero ello no significa que el tándem Rajoy/Cospedal –el presidente concede más importancia al partido de lo que se pudiera colegir a primera vista- no esté preocupado por el marchamo del PP en determinados territorios claves.

El principal, sin duda, es Cataluña, donde la lideresa Sánchez-Camacho descuenta ya los días y las horas que le restan como cabeza visible del centro/derecha español en “territorio comanche”.

En efecto. Un partido en el Gobierno y de gobierno no puede resultar marginal de toda marginalidad en Cataluña y permitir que un Robin Hood que se apellida Rivera les coma la tostada como está haciendo. Después de Cataluña, nada, o casi nada.

Porque, en efecto, el ayuntamiento y la comunidad de Madrid van unidos y si el primero cae es prácticamente imposible que se salve la Puerta del Sol. Algo parecido o similar ocurre en la Comunidad Valenciana porque si Rita Barberá no lo remedia, la Generalitat quedará en manos de un cuatripartito ad hoc que revuelva el carajal valenciano hasta hacerse indigerible.

El resto de regiones para la cúpula popular es perfectamente encarable, incluso con cierto optimismo. (El teléfono “rojo” entre la planta séptima de Génova 13 y el círculo privativo de Moncloa funciona mucho más de lo que algunos elementos del “marianismo” fáctico pudieran pensar, de ahí que ataquen fatuamente a la secretaria general).

Luis Fernanda Rudi volverá a arrasar en Aragón; Juan Vicente Herrera repetirá en Castilla y León; e incluso los veteranos Sanz en La Rioja y Valcárcel en Murcia estarán al timón porque el ignaciano Rajoy sabe que en tiempos de turbulencia no hay que hacer mudanza.

Otra prueba del carbono está precisamente en el predio de María Dolores de Cospedal en tierras manchegas. Si la lideresa revalida les digo a ustedes que estaremos delante de una muy seria candidata a mayores cotas que no hará falta describir.

Y de la otra lideresa, ¿qué? Esperanza sigue tocando el violón –ahora a propósito de Parot y López Guerra- pero si Mariano le dice ven, lo dejará todo… ¡Todo!