Cuando el presidente hizo un alarde a Rosa

No me lo han contado. Lo he vivido en carne mortal. Casi al final de la recepción que el pasado viernes conmemoró en el Congreso de los Diputados el 35 aniversario de la Constitución, la jefa de UPyD, Rosa Díez, junto con sus diputados Toni Cantó e Irene Lozano, decidió saludar al presidente Rajoy que en esos momentos enseñaba una foto de su hijo en el móvil vestido con la camiseta del Atlético de Madrid. Sabido es que el presidente es forofo del Deportivo de la Coruña y del Real Madrid.

Todo fue como si hubiera ya un gobierno de coalición. Mariano le recitó a Cantó casi milimétricamente partes de sus tuits, le recordó a Rosa algunas de sus críticas –“me das mucha cera, Rosa, me ponías de vuelta y media…”-, y a Irene le recordó también algunas de sus intervenciones parlamentarias e incluso artículos periodísticos. Los ojos de los diputados de Unión, Progreso y Democracia delataban que no se lo podían creer. Al fin y al cabo todo el mundo entiende que el presidente está en las cosas de Bruselas y demás asuntos de Estado.

Acto seguido el jefe del Gobierno, con toda intención, fue directo al mentón: hemos apoyado vuestra iniciativa contra el derecho a decidir, “llegó a mi mesa vuestra figura parlamentaria y ordené de inmediato que fuera adelante… ¡Tenemos que hablar más, Rosa!”. Cataluña de alguna forma flotaba en ese ambiente.

Otro de los asistentes al corrillo le dijo en tono irónico a Rajoy que lo que realmente venían a proponerle es que se afiliara a UPyD, a lo que contestó el inquilino de la Moncloa:

-¡Bueno, en esta vida todo se puede hablar pero también de que estos ingresen en el PP…!

Alguien recordó a los parlamentarios de UPyD que Rajoy es registrador de la propiedad y su memoria continúa estando engrasada hasta el paroxismo.

Algo podría cambiar pero tengo para mí que Rosa&cia van a seguir a lo suyo en el objetivo último de “vencer a estos…”. Es decir, a todos.