Vía crucis para la ciudadana Borbón

La muchachada deManos Limpiasha decidido centrar sus legajos en la empleada de La Caixa como si se tratara de una orquestada persecución judicial con el Toisón de Oro.

Hay pocas dudas en los ambientes político/judiciales respecto a que el juez Castro volverá a imputar a la Infanta, que se niega a romper su matrimonio porque el muchacho guipuzcoano sigue un modelo a seguir, según la propia Reina.

Tengo para mí también que el juez de instrucción imputará y que la Sala volverá a desimputar. Sobre todo, porque el fiscal y la Abogacía del Estado están por la labor de dejar al margen a la hija menor del Rey.

En realidad, todo esto se está alargando en demasía. Informe por aquí, informe por allá, máxime cuando la opinión publicada ya condenó a la Infanta por acción u omisión.Antes, los miembros de la Real Familia se podían permitir ciertos lujos; ahora, definitivamente no.

Nada tengo contra esta discreta empleada del señor Fainé, pero es un hecho cierto que su matrimonio trae en jaque a la Corona precisamente en unos momentos en los que la Jefatura del Estado está más necesitada que nunca de la “auctóritas” que ha perdido por mor de la presunta corrupción del señor Urdangarin. ¡Qué desgracia, oiga!

Según versiones fiables de La Zarzuela el principal sostenimiento de Doña Cristina es, como es de natural, sus padres. ¿Cómo hemos llegado a esto?

Si le imputan, mal. Pero si se va de rositas, peor.

Y encima Don Juan Carlos no puede abrir la boca ni en ni por Cataluña.

¡Maldición histórica!