El tiro de Gallardón al corazón del PP

Se puede percibir el enorme enojo del presidente Rajoy con su ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Un cabreo monumental y galaico.

No tanto porque haya presentado un proyecto de reforma de la ley del Aborto que tiene contestación múltiple, que también, sino porque le está poniendo un celemín en sus éxitos económicos.

Y esto, oiga, son palabras mayores. Es un hecho cierto que la modificación de la ley actual sobre interrupción del embarazo iba contemplada en el programa electoral del PP, sí, pero también se supone en los ministros un mínimo de sentido de la oportunidad y de lascircunstancias.

Gallardón parece no tener ni uno ni otro. Su jefe está que se sube por las paredes. Por un lado, le pone en ridículo ante Europa, da aliento a las protestas callejeras (¡como si no hubiera ya suficientes!), insufla oxígeno en vena en una oposición deshilachada que se sube a ese carro porque carecede otro, y limita la 'venta'del principal y único capítulo que preocupa al presidente: la economía.

Por si fuera poco, el otrora 'izquierdista'Gallardón, el niño preferido de Prisa, ha clavado un puñal directo al corazón en la intención de voto de su partido. Los datos demoscópicos son reveladores: el voto centrista ha huido como alma que lleva aborto de las teóricas urnas del Partido Popular. ¡Lo de Gallardón no tiene parangón!

Encima carga las culpas en la vicepresidenta Saénz de Santamaría porque, alparecer, presidía ese día el Consejo de Ministros.

Lo peor de todo es que ni el presidente ni el Gobierno saben cómo salir del quilombo. Porque si continúan adelante, mal; pero si rectifican, peor.

¡Carajo con las cosas de Gallardón!