Tardá, ¡ese genio tan español!

Observo divertido que hay quienes se rasgan las vestiduras ante las salidas patabanco con las que el diputado al Congreso por ERC, Joan Tardá, suele producirse y adornarse. ¡Genio provocador!

Me he visto estos días retratado en algunos medios a propósito de una entrevista con el referido dirigente republicano e independentista catalán donde el tímido parlamentario reconoce a una pregunta directa mía a ese respecto que, en efecto, “España NO nos roba”. Repito, “ESPAÑA, NO NOS ROBA…”

La dicha nunca es completa en casa del pobre porque acto seguido apostilló acerca de que, en cambio, los gobiernos españoles sí les esquilman; da igual. Una mentira aunque se repita mil veces no se convierte en verdad.

No me dilapiden por esto. Tardá es buena gente, apasionadete, exaltado y tal. Curiosamente, se conduce en una clave muy, pero que muy española: casi siempre en los extremos con un toque de humanidad “socialdemócrata” que un día grita ¡muera el Borbón! y al siguiente, le besa la mano. Dice con cierta ingenuidad que su familia tiene fuertes ancestros “españoles”. No, Joan, no. Es que son es-pa-ño-les y tu propio proceder diario lo demuestra. Español hasta las trancas.

Tengo para mí que si un día se concluyese la aspiración máxima que dicen perseguir les dará un soponcio. Porque lo realmente hispano, incluso racial de Tardá y con socios, es renegar de la madre en teoría para luego no poder vivir sin ella y mandarle flores mientras te cisca en sus enaguas.

Si viviera Eugenio Montes haría un retrato inabarcable de Tardá en clave genuinamente hispana. A lomos de Rocinante.