Los de Irak se refugian en la Costa del Sol

Falta George W. Bush, se espera a Durão Barroso pero sí están Tony Blair y Chèrie y el matrimonio Fazmatella S.L, que disfrutan de lo lindo en su casoplón guadalminesco sin que nadie se pueda acerca al enorme vallado con protección policial hora a hora, día y noche. La megacasa veraniega de los Aznar se ha convertido en uno más de los atractivos turísticos de la zona.

Pues bien, si cualquier ciudadanos puede ver a don José María dándole a la bola en el exclusivo campo de golf de Guadalmina, por el mismo precio puede toparse con el matrimonio Blair, que ahora son multiricos y se les nota, visitando la iglesia de la Encarnación o mirando trapillos por el casco antiguo de Marbella.

Los Blair siempre mostraron deriva pro andaluza, irrefrenable desde que la cuestionada esposa católica del ex primer ministro decidió adoptar a un cordobés como profesor de guitarra en su mansión londinense.

Luego conocerían y entablarían amistad con el diplomático Bernardino León, extodopoderoso fontanero de José Luis Rodríguez Zapatero, quien en el año 2002 les hizo de cicerone y guía turístico aventajado por la zona y les buscó acomodo en la mundialmente famosa urbanización La Zagaleta. León les aconsejó el templo de la gastronomía rondeña El Tragubuches y por ahí repiten.

El atuendo indumentario de la señora Blair no delata precisamente su apellido (recordar la peli The Queen) pero sí su marido que aparece aseadito en el más puro estilo Oxford, chaqueta al hombro y mocasines de postín.

Tuve ocasión de contar los escoltas: tres, en esto también se parece a su español colega de las Azores cuando trataban de convencer al mundo de que en Irak había armas de destrucción masiva.

¡Qué cosas!