Valenciano se nos muere

Comprendo que el aparato de Ferraz haya enchufado el ventilador del detritus y lo haya puesto en su máxima velocidad. Porque doña Elena Valenciano está en un magnífico puesto político, pero en el peor momento. No es una mala candidata pero está rodeada de handicaps insalvables. Veamos.

Lo que se ventila el 25-M parece importar una higa a los españoles, más pendientes de Lisboa cuya final se jugará horas antes de que se abran las urnas, con lo cual la abstención sumará nuevos dígitos si de por sí ya no fuera mucha.

Ya escribí en posts anteriores que la nominación de Miguel Arias era una pésima noticia para las Rubalcaba girls. Es un tipo bragao, seguro, repleto de conocimientos europeos y con éxito en su gestión ministerial precisamente en el sector que más tira de la economía. Y con mucha cintura política, además de dinero.

La cuestión de sus empresas viene de antiguo. Y el abogado del Estado no es tan gilipuertas, dada su enorme experiencia por el transitar político, como para no haber dejado todo en orden cuando el hacedor Rajoy le encomendó la cartera de Atocha. De modo y manera que no queda otra salida que no pueda solucionar el ventilador del detritus puesto a tope. Ejercicio vano porque por ahí no van a mover un solo voto, independientemente de la ética del candidato de la derecha.

El gran problema de Elena Valenciano, a la que tampoco se le puede sacar la piel a tiras por el hecho de encabece una candidatura socialista, es la circunstancia. Angela Merkel no cae precisamente bien a los españoles, como a los griegos, los portugueses o italianos. Pero es que el jefe de filas de Valenciano, Martin Schultz, gobierna en coalición con la canciller en Berlín. Esto no es una opinión.

Para más inri, Manuel Valls -patriota, jacobino, socialista y sensato-, otro de los iconos de la izquierda moderada europea tras la “default” Hollande, acaba de subirse al carro de la denostada e imperiosa “austeridad”; el premier italiano Matteo Renzi (socialista) viaja en el mismo tren y, finalmente, el capitoste del SPD alemán, Sigmar Gabriel, es vicecanciller de Merkel. ¡Con estos bueyes tiene que arar Valenciano!

¡Demasiadas cuerdas para una viola!