Palo Alto
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¿Quién entra en la casa de Felipe VI?
Hay unanimidad en que los primeros cien días de Felipe VI han ido a rescatar la Monarquía. Pero, ¿quiénes son sus asesores? Por sus visitas y cenas les conoceréis
Hay práctica unanimidad en que los primeros cien días de Felipe VI han ido directamente a rescatar la Monarquía. En lo que ya no nos ponemos todos de acuerdo es en que haya cogido la piqueta para desmontar el “juancarlismo”.
Entre otras cosas, y como primer presupuesto básico, porque don Felipe admira a su padre, no como hijo -que supongo que también-, sino como Rey y ex jefe del Estado. Lo que está haciendo, eso sí, es taponar algunos desconchados que dejó el progenitor, desconchados por otra parte inevitables en un reinado tan extraordinariamente largo y con cambios tan profundos.
Si el 19 de junio pedí una oportunidad para el nuevo Rey y su esposa, ahora pido dos. Pero no hay que engañarse. En su mano está ser personas cabales -que lo son-; honestas, que lo son aún más y hasta que no se demuestre lo contrario. Con sentido común, que lo han acreditado. Jóvenes soberanos con sentido de su tiempo y su responsabilidad, algo que está hoy fuera de toda duda. Bien, todo eso está muy bien como lo es que nos representan con dignidad, provecho y hasta garbo en el mundo exterior. Claro. Pero incluso así hay elementos que se les escapan.
Entre esos elementos, un sentir general –de esos que la izquierda fabrica y maneja a la perfección y cuanto más totalitaria con más donosura y provecho–de que el signo de los tiempos requiere su decapitación institucional porque sí y punto.
Observo, sin ir más lejos, que algunos colegasque no dieron a Javier Ayuso Canals la mínima oportunidad en su inmenso talento comunicativo –oigan, ya no pinta nada, luego no hay pelotilleo ni intención aviesa alguna–se deshacen ahora en elogios sin venir a cuento hacia su sustituto en la Casa, Jordi Gutiérrez, que es hombre que se viste por los pies, capacitado y tal. Y sobre todo, de la confianza de Don Felipe. Y tiene por qué. Yo lo sé.
He intentado que Jordi Gutiérrez me dijera dos cosas. La primera quiénes son los nuevos plumíferos de SM, si existieran o existiesen, porque al final los que tabulan los discursos del jefe del Estado son personas que hay que conocer. Y la segunda, quién y quiénes visitan con asiduidad a Sus Majestades en calidad de invitados a cenas y almuerzos en palacio. Tampoco es este asunto baladí desde el punto de vista político e institucional, más allá de la miscelánea y del cotilleo de peluquería. ¿Quién y quiénes son los que al Rey interesa conocer sus opiniones en la España ex Zapatero. Tampoco tengo respuesta a esto del edecán mencionado de Somontes y antiguo redactor de TV3, muchacho que siempre se comportó en todas las estaciones como un catalán con “seny” y un caballero de la meseta.
¡Por sus visitas y cenas los conoceréis!
Hay práctica unanimidad en que los primeros cien días de Felipe VI han ido directamente a rescatar la Monarquía. En lo que ya no nos ponemos todos de acuerdo es en que haya cogido la piqueta para desmontar el “juancarlismo”.