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Los sueños del pequeño Nicolás dejan KO a García Legaz
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Graciano Palomo

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Los sueños del pequeño Nicolás dejan KO a García Legaz

Resulta verdaderamente pavoroso que en la cuarta potencia de Europa (PIB) un chorroborrito de 20 años pueda servir de chacota a todos

Foto: El secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz y Francisco Nicolás.
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz y Francisco Nicolás.

¡Pequeño Nicolás, GarcíaLegaz, FAES, fotos,Aznar…! Resulta verdaderamente pavoroso que en la cuarta potencia de Europa (PIB) un chorroborrito de 20 años pueda servir de chacota de todo un Gobierno constituido y, a la vez, ponga en ridículo a toda una sociedad para descojonarse de sí misma.

Si se observa con atención los procederes durante las últimas semanas, tanto Rajoy como Cospedal, y a la vez la propia vicepresidenta, vienen últimamente insinuando (sólo insinuando) que algunos de los escándalos de corrupción que vienen agitando el país hasta el paroxismo no tienen su raíz ni sucedieron en este tiempo aunque sí se padecen. Desde Blesa -¡ay, amigo, los emails ya están en la Audiencia Nacional, los que se intercambió con Aznar incluidos!- a Correa,que entró a trabajar en el PP como todo el mundo sabe (o debería conocer) de la mano de Elvira Aznar, la querida hermana del expresidente.

Hete aquí el quilombito que viene protagonizando el pequeño Nicolás desde FAES y su otrora secretario general Jaime GarcíaLegaz, hombre que fue de la total confianza de Aznar López. Desde que José María Olmo y Ana I. Gracia descubrieron este affaire para descarallo de los lectores de El Confidencial, los datos dejan poco lugar a dudas: este impostor alucinante no sería nada sin la cobertura del edecán de don José María y, al parecer, de algún que otro concejal de Madrid.

Pues bien, el “recomendado” de FAES, que según cuenta el interesado estuvo durante el verano en la finca del expresidente en Marbella, le ha metido al Gobierno del señor Rajoy y al partido de la señora Cospedal en un cristo de bigotes hasta el punto de que el general Félix Sanz Roldán no ha tenido más remedio que ponerle una querella ante la insistencia de sus hombres del CNI que no se han querido ver ridiculizados por un muchachuelo con pretensiones.

“Un servicio más de Aznar a la causa”, señalan enfurecidas altas fuentes gubernamentales. Lo que es sorprendente a la hora de poder leer este post es que GarciaLegaz no se haya derretido ya en forma de dimisión o cese ante lo que parecen pruebas más que irrefutables de su relación con un fraude que tuvo que ser pillado en renuncio por la directora del Gabinete de la Vicepresidencia.

Un pretendido amigo (con esta ralea nunca se sabe) del petit me alecciona acerca de que Fran lo que en el fondo pretendía era ser otro Agag. Incluso eligió CUNEF, la universidad pija por excelencia. Sí, lo que pasa es que Aznar sólo tiene una hija… ¡Qué desgracia, Nicolasete!

El asunto no es el amigo de la Pechotes, no. El tema es el alto cargo de Luis de Guindos. ¿No se ha dado cuenta del ridículo mundial que está haciendo? ¿Acaso no hay un alma caritativa a su alrededorque le diga a este secretario de Estado de Comercio que nopuede continuar subido en coche oficial cuando ha mantenido una relación “profesional” (si no es cierto que lo desmienta oficialmente y no mienta más) con un “gotilio” ante el que presumía de que iba a ser ministro o le prometía hacer gestiones ante Botella para ascender al policía que le llevó a Lugo?

En efecto, “es el último favor del aznarismo a la causa popular…”, tal y como se retranquean en Génova 13.

Por cierto, ha sorprendido que FAES, siempre pronta a la hora de los desmentidos y tan precoz con ocasión de las amenazas por un quítame ahí esa paja, mantenga la boca sellada cuando en cualquier noticia respecto al “pequeño” aparece indefectiblemente unida.

¡Qué cosa tan rara, oiga!

¡Pequeño Nicolás, GarcíaLegaz, FAES, fotos,Aznar…! Resulta verdaderamente pavoroso que en la cuarta potencia de Europa (PIB) un chorroborrito de 20 años pueda servir de chacota de todo un Gobierno constituido y, a la vez, ponga en ridículo a toda una sociedad para descojonarse de sí misma.

Jaime García-Legaz