Palo Alto
Por
Operación salvamento: los planes de Rajoy
La mayor parte del tiempo en la tradicional copa de Navidad lo dedicó el jefe del Gobierno a atender a corresponsales extranjeros acreditados en Madrid
La mayor parte del tiempo en la tradicional copa de Navidad que Carmen Martínez Castro organiza en el palacio de la Moncloa desde hace unos años lo dedicó el jefe del Gobierno a atender a corresponsales extranjeros acreditados en Madrid ante la insistencia de las damas periodistas (la mayor parte) en conocer la opinión del primer ministro español sobre Europa y sus respectivos países.
Pero también hubo momentos para las confidencias (es un decir) para los nacionales, especialmente interesados en conocer sus planes ante los órdagos decisivos que se le presentan en el año 15. La batería de cambios que ya ha emprendido viene marcada precisamente por esa urgencia electoral con la que contrarrestar las maldades de la crisis económica, que cuando inició su mandato esperaba a estas alturas haber superado ampliamente.
Las tres “M” de Rajoy podrían resumirse en esto:
-Más ‘sorayos’. El último en incorporarse a la gran política ha sido Alfonso Alonso, perfectamente identificable en la escudería de la ‘vicetodo’.
-Más ofensiva mediática. De ahí también la elección de Hernando Fraile como nuevo portavoz en el Congreso de los Diputados. En general se llamará a rebato porque el gurú Arriola ha dejado claro que tan importante como hacer las cosas es que se sepa que se hacen. Ya no habrá sillas vacías del PP en los platós de televisión, que serán ocupadas por pesos pesados y gentes capaces en ese tan etéreo arte cual es el 'saber comunicar'.
-Más economía. Se podrá anunciar lo que se quiera, pero si la mejoría económica no llega a fulano de tal todo será agua de borrajas a la hora de pedir de nuevo la confianza. Bajada de impuestos, plan antiexclusión, etc.¡La batalla de la economía! Hay muchas ‘economías’, señor presidente. La de Botin es una y la de mi esforzada asistenta otra, quizá bien distinta.
Pero, al menos, ahora entre la impaciencia de Esperanza Aguirre y otros, Mariano tiene un plan.
La mayor parte del tiempo en la tradicional copa de Navidad que Carmen Martínez Castro organiza en el palacio de la Moncloa desde hace unos años lo dedicó el jefe del Gobierno a atender a corresponsales extranjeros acreditados en Madrid ante la insistencia de las damas periodistas (la mayor parte) en conocer la opinión del primer ministro español sobre Europa y sus respectivos países.