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Toda la verdad sobre las encuestas políticas
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Graciano Palomo

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Toda la verdad sobre las encuestas políticas

Si alguien se está tomando la molestia de archivar el cúmulo de encuestas estoy seguro de que valorará los mencionados sondeos en sus justos términos

Foto: Pablo Iglesias. (Reuters)
Pablo Iglesias. (Reuters)

Si alguien se está tomando la molestia de archivar el cúmulo de encuestas que se están publicando desde el 25-M (cuando las elecciones europeas) y termina cotejándolas con los resultados que arrojarán las urnas municipales y autonómicas en la próxima primavera, y las de los comicios legislativos de final de 2015, estoy seguro de que a partir de ese momento valorará en toda su extensión los mencionados sondeos en sus justos términos.

Y no porque la técnica demoscópica no esté depurada o porque sus profesionales sean unos ‘vendeburras’, en modo alguno. Sino básicamente por la volatilidad de los interrogados y, al mismo tiempo, por el enorme voto oculto que se detecta en aquellas voluntades a favor del PP o del PSOE, como nunca se había dado antes en la sociedad española desde el inicio de la restauración democrática.

Durante los cinco últimos días me he ocupado part timede conocer en profundidad cómo, por cuánto y por quién se realizan las encuestas privadas más publicitadas de la coyuntura. Lo del CIS va por otro lado. Pues bien, los mejores profesionales de la cosa, o los considerados como tales, tienen todos ellos la misma opinión al respecto.

La realidad es que nunca se habló más en sectores del pueblo llano -no entre las élites, que tienen su propio marchamo respecto al acontecer nacional- de los resultados de los sondeos que vaticinan el incierto porvenir. Paralelamente, nunca fue tan difícil quilatar el sentir de los electores/ciudadanos o ciudadanos/electores por la referida volatilidad.

“Es decir, estamos tocando de oído, sin saber a ciencia cierta por dónde sopla el aire… Sólo sabemos que hay elementos nuevos en los que fijarnos y que analizamos una sociedad convulsa y en tránsito…”, sostiene uno de los profesionales más destacados del sector que se gana muy bien la vida encargando, leyendo y analizando sondeos. "En muchos casos se lleva un titular y luego se hace la encuesta…”.

Hay otro elemento inevitable para entender algo de lo que está ocurriendo a propósito de este quilombo demoscópico. Nunca se invirtió tan poco dinero por mor de la crisis financiera de los grandes partidos y por el adelgazamiento en los presupuestos de otras instituciones privadas, que generalmente han dedicado bastantes recursos a estos menesteres. Salvo la del CIS, que dispara con pólvora del rey, el resto de los sondeos llevan unas muestras muy escasas como conclusión del poco dinero existente.

Pregunto al experto: "¿Quiere ello decir que los inputs que se están vendiendo no son reales?"

Respuesta: "No necesariamente. Las tendencias sí rezan el rosario".

Si alguien se está tomando la molestia de archivar el cúmulo de encuestas que se están publicando desde el 25-M (cuando las elecciones europeas) y termina cotejándolas con los resultados que arrojarán las urnas municipales y autonómicas en la próxima primavera, y las de los comicios legislativos de final de 2015, estoy seguro de que a partir de ese momento valorará en toda su extensión los mencionados sondeos en sus justos términos.

Política Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)