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Fin de ciclo: Arriola se jubila y se refugia en Málaga
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Graciano Palomo

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Fin de ciclo: Arriola se jubila y se refugia en Málaga

Su último servicio al cliente, por precio naturalmente, será por tanto acompañar a Mariano Rajoy en esa cita tan decisiva para el centro derecha como son las legislativas de final de año

Foto: Pedro Arriola, en primer plano.
Pedro Arriola, en primer plano.

Los que conocen, siquiera someramente, el peregrinar de la vieja derecha fraguista que bajó del monte para constituirse en centroderecha en torno al Partido Popular, saben perfectamente que durante estos 25 años hay un personaje clave: Pedro Arriola Ríos.

El conocido como ‘gurú’ sociológico y estratégico que entró como profesional full time de la mano de José María Aznar desde posiciones políticas personales de izquierda, ha sido clave en muchas de las cosas que han sucedido dentro de la formación de Génova 13. De ahí que su marcha, prevista inicialmente para final de año, una vez celebradas las próximas elecciones generales, coincidirá necesariamente con una nueva refundación del centro derecha cobijado bajo las siglas PP.

Su último servicio al cliente, por precio naturalmente, será por tanto acompañar a Mariano Rajoy en esa cita tan decisiva para el centro derecha como son las legislativas de final de año. Tanto si gana como si pierde el poder, Arriola ha decidido ya vivir el último tramo de su vida como un andaluz jubilado, tostando su piel bajo el nítido astro de la Costa del Sol.

La marcha de Arriola -tan mitificado como desconocido incluso para creadores de opinión que viven de inputs sin certificar y de oído- tiene en sí misma toda la fuerza descriptiva del fin de una larga época en el Partido Popular. Se cierra, por tanto, una etapa que entre estertores agoniza incluso físicamente.

Porque al sociólogo le empezaban a fallar los oremus. Arriola se va sin haber conseguido que ninguno de sus muchos clientes en ese predio andaluz haya conseguido el poder, ni siquiera su amigo Javier Arenas, que a punto estuvo pero embarrancó por cefas o nefas. La impresión es que a Arriola le costaba últimamente mucho entender algunas cosas que suceden en España, y sus viejos esquemas, sobre los que levantó una fortuna profesional y económica, han saltado por los aires por mor del tiempo y sus nuevas veleidades.

El anuncio de su marcha parece hacer felices a unos cuantos en el PP o aledaños. Tras las próximas elecciones generales, Rajoy ya no lo necesitará más porque aunque continúe al frente del Ejecutivo no volverá a ser candidato. Y si viene otro, que vendrá, prescindirá de sus servicios.

Los que conocen, siquiera someramente, el peregrinar de la vieja derecha fraguista que bajó del monte para constituirse en centroderecha en torno al Partido Popular, saben perfectamente que durante estos 25 años hay un personaje clave: Pedro Arriola Ríos.

Mariano Rajoy