De Villar a Florentino: dos hombres y un destino

He sentido vivamente la eliminación del Real Madrid de la final de la Champions. Más que nada porque con el Barcelona FC delante era una oportunidad mundial extraordinaria para hacer Marca España. Mi hijo, que ejerce de físico en Canadá, me dice que es de lo poco que interesa de nuestro país.

De Florentino me ha interesado su ambición extraordinaria por mantener al Real Madrid como el mejor club del mundo, que ya lo era cuando él llegó. Recuerdo al ‘Floro’ de sus años mozos haciendo méritos en la UCD de Adolfo Suárez, con su vitola liberal y tal y luego ejerciendo de secretario general del Partido Reformista Democrático (PRD) que debía liderar Miquel Roca. En los dos empeños fracasó. Me pareció siempre un personaje del montón. Mi sorpresa fue oír un día a Emilio Butragueño hablar de él como un “ser superior”.Acaudalado es; presidente triunfador del RM a medias. Porque con buen arado bien se ara.

El que no tiene un pase es el tal Ángel María Villar, 26 años al frente de la Real Federación Española de Fútbol como si tal cosa. Haciendo y deshaciendo a su antojo como un niño malcriado y semibobo (en sentido futbolístico del término) de Neguri. Le han llevado a los tribunales por diversos feos asuntos económicos pero ningún juez se atreve a mandarle de paseo. Si es como dicen los responsables gubernamentales que se niega a enseñar las cuentas, habría que mandarle la Guardia Civil aunque a lo peor les engañufa con algunas entraditas (billete de avión en el sobre) para ver partidos del equipo nacional de fútbol.

Lo más destacable que hizo como futbolista del Athlétic de Bilbao fue pegar un puñetazo a Johan Cruyff, que no digo yo que no se lo tuviera ganado por gebo y lerdo. Nunca pensé que Villar, este personaje grimosoy ágrafo, pudiera ser -después del Rey Juan Carlos-, la persona que más tiempo ha durado al frente de una mamandurria que se nutre, entre otras, de dinero público.

¡La leche!