¿Cambios en el Gobierno? ¿Qué cambios?

“El gran cambio será si de una vez por todas Rajoy se pone al frente y tira del carro de cara a las elecciones generales”, afirma un preocupado alto dirigente del PP. “Siempre que se ha tomado una cosa en serio le ha salido bien…”

Anda todo cristo en el Partido Popular descocado intentando averiguar algo respecto a los anunciados cambios prometidos por el presidente Rajoy. Ya se sabe que antes del 13-J ná de ná. Y luego ya veremos. No cree en absoluto el jefe del Gobierno en las cualidades taumatúrgicas de los cambios por los cambios y le produce pavor tener que mandar el motorista a los cesados. Algo que le puede.

Conozco algo al presidente para poder decir que esos cambios serán mínimos. Y también que no existe nadie en el entorno 'popular' y mucho menos en el exterior que le diga a qué ministro debe mantener y aquién cesar. Otra cosa es que Rajoy pregunte, pero pregunta poco y a pocos. Sinceramente, creo que a esta fecha tiene alguna idea acerca de los cambios pero ni los ha cerrado ni hay nada concluido o concluso. Nada. O muy poco. Es cierto que está hablando con personas del PP y otras no militantes; pero más que nada para calibrar la situación y el marco general político que otra cosa.

Ni cuaderno azul ni leches. Dándole vueltas a la cabeza y a estas alturas todo español sabe que su jefe de Gobierno es persona dubitativa, que se piensa diez veces las cosas y hasta 20 las importantes.

La noticia alrededor de Mariano Rajoy sería que no estuviera templado, tranquilo y optimista. De modo que no hay noticia. Sabe que le han pegado una buena leche el 24-M –no es ese personaje estúpido y deleznable que algunos quieren transmitir–y ha tomado nota del doble aviso. Decía a sus íntimos poco antes del fatídico domingo de mayo que lo importante era ganar las elecciones “aunque sea por un voto”.

Cree que a partir de ahí -6.032.486 votos- se puede iniciar la reconquista de los cincos millones birlados y dejados en la cuneta durante los tres años y medio. Básicamente por Bárcenas, Blesa, Correa, Granados y Rato.

Resumiendo: convencimiento total de la victoria en el invierno y cuasi convencimiento de mantener el poder. El carajal político y algunos peligros ultrarradicales producto del 24-M ya han hecho subir al PP en dos puntos.

En los cambios cree menos, aunque a la fuerza ahorcan. Y no le ha gustado que la Rudi, Herrera, Fabra y Bauzá hayan “huido” como alma que lleva diablo.

¿Creen que a mí no me pide el cuerpo en ocasiones tomar decisiones que no están a la altura de mi responsabilidad?