Los Gasol se llevan a la Princesa

Séde buena fuente que Rafael Nadal y Pau Gasol son los dos deportistas favoritos del ReyFelipe VI. Más que meros deportistas uno dándole a una pelota de tenis y otro metiendo la bola en un aro.

No me llevé sorpresa alguna cuando mi paisano y amigo Abel Antón, el enjuto soriano ganador de dos mundiales de maratón, anunció que el primer Premio Princesa de Asturias en el campo deportivo era para los hermanos Gasol. El Rey ha vivido en Estados Unidos y conoce muy bien la importancia que se concede en la nación líder del mundo libre al liderazgo deportivo, que en la mayor parte de los casos, como sucede con los catalanes, conlleva también un liderazgo social y civil.

Don Felipe tiene especial interés en que esta I Edición con el nombre de la Princesa tenga una galería de postín por razones obvias. Claro que ya no está al frente el gran Graciano García, un artista de la pista. Puso a Asturias en el mapa y sirvió un servicio impagable a la Corona.

Me parece de perlas el premio a los Gasol. No renuncian a la doble condición de catalanes y españoles aunque estoy seguro que alguno recordará a Marc su predisposición a celebrar la “consulta” que ha dividido profundamente a aquel territorio y, además, a perorar sin muchos argumentos respecto a cuestiones que sólo se aprenden cabalmente en los libros. En Estados Unidos se los reconoce como “españoles” y hacen gala de un moderado patriotismo. Supieron muñir a su alrededor un ramillete de extraordinarios atletas, vestidos con la camisola roja, que han alcanzado todas las metas propuestas y no sin esfuerzo y dolor.

No he asistido a ninguna de las reuniones privadas entre el rey Felipe y Pau. Pero sólo hace faltar observar la complicidad que existe entre ámbos cuando coinciden en las canchas de baloncesto.

Bien, Abel, Muy bien. El castellano ya lo fue en 1997 con todo mérito y menos dinero pero siempre sencillo, cabal y extraordinario.