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Universo Carmena: los 'yogurines' no son plato principal
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Graciano Palomo

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Universo Carmena: los 'yogurines' no son plato principal

Manuela irá a lo práctico; sabe mejor que nadie lo que se puede hacer y lo que no. Creo que las mayores sorpresas de la exmagistrada se las dará, mayormente, a la ultraizquierda

Foto: La candidata a la Alcaldía de la capital por Ahora Madrid, Manuela Carmena. (Efe)
La candidata a la Alcaldía de la capital por Ahora Madrid, Manuela Carmena. (Efe)

Manuela Carmena, en pocos días, ha venido a destrozar la vieja y aceptada teoría de que la política en España es cosa de yogurines. Pues ahí tienen, a sus casi 72 años, a la flamante alcaldesa capitalina in péctore,en plan estrella de los estudios Samuel Bronson –por la edad, digo- centrada básicamente en el combate de desahucio. Con un par. Lo hace desde una posición de sensatez, posibilista y realista; otra cosa será que le salga la jugada. Pero me gusta el planteamiento inicial. Nada que ver con la extravagante y excesiva Colau, encantada de haberse conocido, y no para de subirse al ego que agranda su manifiesta estulticia. Ya ha recibido la primera gran hostia por parte de los huelguistas de Telefonica. No será la última.

Fuentes muy seguras y cercanas a la jueza jubilada aseguran que hay un sector de la derecha que está sumamente equivocada con ella. También de la “nueva izquierda” articulada sobre Podemos. Por desconocimiento y acongoje más que nada. Carmena fue buscada. Primer input. No se ofreció ni buscó protagonismo alguno. La buscaron por su prestigio indudable en la izquierda y aceptó porque es una mujer inequívocamente de izquierdas. Esto último lo demostró cuando era difícil demostrarlo, no como otros, que ahora alardean de cheguevaras como pose cool.

La muchachada de Podemoscree que va a poder dominarla en cuanto alcancen el poder municipal madrileño. Es verdad que en la lista sólo aparecen dos personas de su confianza, la funcionaria de Justicia, María Higares y David Barbero, un tipo de izquierda sin más. Pero ojo con la Carmena que los tiene bien plantados. Ya se lo demostró durante la campaña electoral. Les mandó a paseo en más de una ocasión cuando le proponían disparates propios de lo que son: niños pequeños burgueses y algunos provenientes de grandes familias burguesas y ricas.

Manuela irá a lo práctico; sabe mejor que nadie lo que se puede hacer y lo que no, esto es, distingue el culo de las témporas y la velocidad del tocino. Creo que las mayores sorpresas de la exmagistrada se las dará, mayormente, a la ultraizquierda de la que, decía Lenin, es la enfermedad infantil del comunismo.

Y si le aprietan mucho y le hacen la vida imposible, vuelve a su casa y santaspascuas. ¡Vive en un piso de más de un millón de euros!

Eso no quiere decir que no investigue al ocupar el sillón que todavía calienta Ana Botella la venta de activos inmobiliarios municipales a fondos buitres donde, al parecer, también podría a aparecer otro Botella,José María Aznar Júnior. Sólo al parecer, oiga, que estos de Fazmatella tienen unos abogados muy prestos y dispuestos.

Estos días mi amigo y maestro Raúl del Pozo me ha recordado la lágrima de Manuel Azaña ante la derrota de la República: “Todo se hundió por la codicia y el afán de botín, sin ninguna idea alta”.

Manuela Carmena, en pocos días, ha venido a destrozar la vieja y aceptada teoría de que la política en España es cosa de yogurines. Pues ahí tienen, a sus casi 72 años, a la flamante alcaldesa capitalina in péctore,en plan estrella de los estudios Samuel Bronson –por la edad, digo- centrada básicamente en el combate de desahucio. Con un par. Lo hace desde una posición de sensatez, posibilista y realista; otra cosa será que le salga la jugada. Pero me gusta el planteamiento inicial. Nada que ver con la extravagante y excesiva Colau, encantada de haberse conocido, y no para de subirse al ego que agranda su manifiesta estulticia. Ya ha recibido la primera gran hostia por parte de los huelguistas de Telefonica. No será la última.

Manuela Carmena