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El milagro de Santa Rita
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Graciano Palomo

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El milagro de Santa Rita

Aquellos que dicen que el nuevo ayuntamiento controlado por Podemos no ha hecho nada se equivocan. En el palacio de Cibeles se ha producido un milagro. El de Santa Rita (Maestre)

Foto: La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre. (EFE)
La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre. (EFE)

Debo confesar y confieso que nunca había visto nada igual. Oigo a doña Rita Maestre portavocear, toda modosita y superpuesta, a propósito del fiasco que supone para sus propósitos electorales que la pobreza infantil y el hambre de los niños madrileños hayan sido paliadas ya por otros antes de que ni siquiera hayan tenido ellos la oportunidad de actuar.

Dijeron que había 25.000 niños en la ciudad de Madrid que tenían problemas para comer tres veces al día con la consiguiente desnutrición. Ahora resulta que se han apuntado a ese servicio social un total de 600. A mí me da igual: mientras haya un solo niño en Madrid desnutrido o mal alimentado debe operar ipso facto el poder público, en este caso el Ayuntamiento de Madrid. El adanismo confeso de la señora Maestre tiene estos fiascos.

Pero no es eso lo que atiende hoy este artículo. No. Lo que me ha llamado la atención es que en tan solo 35 días de estar en el poder la otrora asaltante de capillas y radical revolucionaria -según se definió a sí misma- se haya producido tal cambio en tan bella e inteligente portavoz de la señora Carmena. ¡Oiga, en un mes! Porque dice doña Rita, que en ocasiones en lugar de una jefa de “Podemos” se la podría confundir con una líder de las “Nuevas Generaciones”, que no hay que hacer batalla política con el hambre infantil. ¡Pues claro! Naturalmente.

Mientras haya un solo niño en Madrid desnutrido o mal alimentado debe operar ipso facto el poder público, en este caso el Ayuntamiento de Madrid

¿Quién hizo cuestión electoral de este y otros asuntos similares? Usted y sus conmilitones señora Maestre. Usted. Pero bienvenida sea al sentido común y a la bonhomía. Nadie en su sano juicio y con un mínimo de humanidad y aún de patriotismo debería blandir en la batalla política democrática asuntos que debemos resolver entre todos. Han atacado sin la más mínima piedad a “Cáritas”, que atiende a 4 millones de necesitados en España, porque, dicen, no se quiere caridad sino justicia. Podría estar de acuerdo sin las necesidades perentorias de subsistencia de nuestros niños y nuestros compatriotas desfavorecidos: antes que nada hay que resolverlas sin mirar si son rojos, azules o llevan el marchamo religioso.

Da igual. Aquellos que dicen que el nuevo ayuntamiento controlado por Podemos no ha hecho nada se equivocan. En el remozado y caro palacio de Cibeles se ha producido un milagro. Que a partir de ahora será reconocido como el de Santa Rita.

Debo confesar y confieso que nunca había visto nada igual. Oigo a doña Rita Maestre portavocear, toda modosita y superpuesta, a propósito del fiasco que supone para sus propósitos electorales que la pobreza infantil y el hambre de los niños madrileños hayan sido paliadas ya por otros antes de que ni siquiera hayan tenido ellos la oportunidad de actuar.

Rita Maestre Pobreza