El pasado de abusos del 'maestro Ciruela' de Podemos

Francamente, la muchachada podemita da mucho de sí. Hace tan sólo unos meses iban a conseguir acabar con todos los parias de la tierra y al final lo único que han conseguido es mejorar sus cuentas corrientes y remojar sus culos en coche oficial. Pero hasta ahí el discurrir de la prédica y el trigo podría tener alguna coherencia: exacto, hace lo que antes hicieron otros. Sí.

Pero lo que no tiene pase (ya sé que una golondrina no hace verano) son los comportamientos personales antiéticos de algunos de sus dirigentes. Porque llegaron blandiendo una superioridad moral que a resultas de unos meses es inexistente. Dos ejemplos recientes.

Un tal Pedro de Palacio Maguregui, hasta ahora jefe de Podemos en Burgos y a la vez número dos de esta formación en Castilla y León, fue condenado por abusar sexualmente de una niña que según el propio condenado (“fueron unos tocamientos”) tendría cuatro años. Se libró de prisión porque tenía 17 años pero tuvo que someterse a un tratamiento terapéutico. Llegó pronto a secretario general del Partido Comunista de España, luego se pasó a Podemos y hasta ahora cobraba un buen sueldo como diputado autonómico desde cuya tribuna impartía clases magistrales de ética, buenos comportamientos y amenaza con salvar al mundo. Ya ha dimitido.

Casi a la misma hora que se destapaba este escándalo conocíamos que Andrés Bódalo, concejal de Jaén en Común (Podemos) era condenado por la Audiencia Provincial a tres años y medio de prisión por un delito de atentado con la agravante de reincidencia al exteniente de alcalde y concejal socialista en la localidad de Jódar (Jaén). El tal Bódalo agredió físicamente al socialista Juan Ibarra. ¡A hostia limpia! ¡Como se dirimen los grandes asuntos políticos!

¿Con estos mimbres pretende Iglesias ser presidente?