Vela catalana a La Moreneta

De las cosas más chuscas que últimamente se han oído en el solar patrio destaca la recomendación de Albert Carreras, secretario general de Economía de la Generalitat catalana, aconsejando a los farmacéuticos de la tierra poner “una vela” para que se produzca el milagro de poder cobrar algo de los 330 millones de euros que Artur Mas les adeuda.

¡Acongojante, oiga! ¡Qué talento! ¡Qué confianza en sus fuerzas!

El inmenso lío catalán reducido a una vela. Cuando se escriba la historia de este obsceno periodo de la vida española/catalana y viceversa -escrita por historiadores que hayan leído algo, no como Junqueras- les sobrará todo el papel: una vela.

Claro que la culpa será de Madrid, de los españoles que les roban y no de que se han gastado en 'paqueiradas' la friolera de 3.000 millones de euros persiguiendo desesperadamente una realidad que nunca fue y nunca será.

¿No los tiran por la ventana? ¡Pues no! Supongo que entre los acreedores estará Víctor Grifols, el industrial secesionista que al comprobar el percal ha huido con viento de Levante con destino a Irlanda porque una cosa es el independentismo irredento y otra bien distinta la “pela”.

Está todo dicho para arreglar el inmenso destrozo: la vela.

De ahí que Mas y su muchachada hayan trincado el canasto de las chufas con la decisión de Rajoy/Montoro de que, a partir de ahora, no soltar un cheque sin saber exactamente quién lo cobra. Esto les destroza más que veinte divisiones acorazadas juntas, que es lo que pretendían.

Apunten, amigos catalanes: ¡una vela!