Cuando Pedro Sánchez se estaba doctorando

Insisten muchos de mis colegas en afirmar que el batacazo del PSOE de Pedro Sánchez será de los que marcan época. No termino de creerlo. Por algo elemental: la izquierda moderada existe y si se me apura es la mayoría -ligera pero mayoría- en la sociedad española desde 1982, cuando el histórico triunfo de Felipe González.

Otra cosa sea que PS está en el mejor sitio y en el peor momento. Un sándwich entre la izquierda/izquierda sin complejo alguno (Podemos) que le pisa a diario los callos más ulcerados y el centro/centro de un líder (Albert Rivera) que sin partido ni organización va subido en un caballo blanco y no hay dios que le apee.

Tampoco comparto en modo alguno el ninguneo tan hispano de despreciar a una persona a la que todavía no se le ha dado la más mínima opción y que, tras el 25-M, ha demostrado tener un sentido del poder muy estimable y capacidad de pacto; este es otro dato de singular importancia como podremos comprobar tras el 20-D.

La izquierda moderada existe y si se me apura es la mayoría -ligera pero mayoría- en la sociedad española desde 1982, cuando el histórico triunfo de González

Mi amigo y joven colega Manuel Ortega, para más inri, se ha ido hasta la universidad privada Camilo José Cela -de escaso prestigio y consideración entre los académicos-y ha pedido la tesis doctoral del líder socialdemócrata titulada “Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000/2012)” y que fue dirigida por María Isabel Cepeda González.

Ortega que es un plumilla acerado y de largo buceo saca sus conclusiones por lo demás obvias a la luz del trabajo académico del aspirante a primer ministro. Hay cosas llamativas porque, sin duda, PS no sabía que unos meses después iba a competir por la poltrona monclovita. Dice que unas de las acciones más innovadoras del gobierno Rajoy ha sido la creación del Alto Comisionado de la Marca España y la realización de cursos de formación en economía y comercio para los embajadores destinados en zonas donde no hay oficinas de España.

No es el único dirigente del PP que merece la consideración del jefe socialista. Alberto Ruiz-Gallardón es elogiado por la puesta en marcha del “Plan Japón” desde el Ayuntamiento de Madrid.

Es seguro que si llega a concluir su ambición de habitar en Moncloa la Oficina Económica de la Presidencia no sólo se mantendrá sino que será impulsada aún más.