Palo Alto
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Europa: ¿Más mezquitas que catedrales? ¿Bailará la danza del vientre?
La Alianza de Civilizaciones, que salió de la cabeza de Federico Mayor Zaragoza para que Zapatero se luciera en algún foro que ni siquiera llegó a reconocerle como algo, ha saltado en mil pedazos
“Habrá más mezquitas que catedrales; las iglesias se convertirán en teatros; las ermitas en discotecas. Europa será un califato donde se bailará la danza del vientre…”.
- “En el continente de la razón cada vez hay menos piedad, más ateísmo y más Mahoma. Las iglesias están vacías y las mezquitas llenas. Sólo queda unir a los “perros luteranos” con el Papa que -según el fraile agustino exclaustrado- se tira pedos como truenos…”.
La cita corresponde a un reciente artículo de Raúl del Pozo, el de Cuenca. como Perales, al que le veteranía y el olisqueo de la vida de gran reportero (que en el fondo es lo que realmente es) le hace otear el horizonte que todavía no ha llegado pero que terminará por presentarse con la muerte ladrona de la que no sabemos ni el día ni la hora.
Estamos tan impresionados con los chicos del cuchillo acerado que rebana cuellos de periodistas; tan acojonados por las jaulas donde queman a pilotos y ahogan a ciudadanos libres que pasaban por ahí; tan hartos de la sangre derramada que provocan sus kalashnikov que esa proximidad nos impide ver lo realmente importante que se mueve en la civilización.
Desde Lepanto, la civilización occidental siempre se creyó -y lo es- superior y todo lo ciñe a esa pretendida superioridad mientras se pone de hinojos
Grecia pereció porque la siesta llegó a ser más importante que el campo de Marte; Roma se fue al otro barrio porque las legiones copiaron el jolgorio de la metrópoli; Napoleón vio aparecer Waterloo cuando la “Grande Armée” se creyó invencible.
Desde Lepanto, la civilización occidental -que ahora invoca asustada el socialista Hollande al unísono con el poca cosa Cameron y la protestante Merkel- siempre se creyó -y lo es- superior y todo lo ciñe a esa pretendida superioridad mientras se pone de hinojos.
La Alianza de Civilizaciones, que salió de la poderosa cabeza de Federico Mayor Zaragoza para que Zapatero se luciera en algún foro que ni siquiera llegó a reconocerle como algo, ha saltado en mil pedazos.
Ni el viento es de todos ni las mareas llegan a su hora.
“Habrá más mezquitas que catedrales; las iglesias se convertirán en teatros; las ermitas en discotecas. Europa será un califato donde se bailará la danza del vientre…”.