El clan de la tortilla excava su tumba

El procesamiento final de los expresidentes Manuel Chávez y José Antonio Griñán por los ERE-aunque podría haber sido por otras múltiples causas- viene a significar 'de facto'el fin del famoso “clan de la tortilla” que reunido hace 50 años en una pradera sevillana tomó el poder en el PSOE tras el no menos famoso Pacto del Betisentre dirigentes socialistas andaluces y el vasco de Nicolás Redondo y Enrique Múgica.

Chavesy Griñán fueron ministros en los gobiernos de Felipe González –cabreado como una mona con la decisión judicial- y luego fueron presidentes cada uno en su tiempo del propio PSOE. Representaron el poder omnímodo de un partido que acabómuriendo de éxito y de corrupción.

Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad. Todo el mejunje para hacer saltar por los aires a la instructoraMercedes Alaya no ha servido de gran cosa, máxime cuando otro instructor persistente y libre (al parecer) aplica en un auto judicial algo de sentido común. Todavía mantienen la esperanza de que llegado el caso al Tribunal Supremo sean mandados a casa con una simple reprimenda.

Pedro Sánchez ha hecho en este caso lo que Rajoy no ha querido o podido hacer con sus casos de corrupción: ponerse de perfil e incluso soltar lastre. Yo aplaudo su decisión porque al fin y a la postre, cualquiercaso de corrupción resulta un asunto personal e intransferible y cada cual debe tragarse su propio detritus. Como en este.

Al final, mis queridos amigos, el que amanece gochón deviene al anochecer en cochino.