Lo de Feijóo

No ha sorprendido mucho que el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, haya hecho coincidir sus elecciones regionales con las vascas. Es decir, no ha sorprendido nada. Era de cajón.

La argumentación de Feijóo para llevar a cabo la consulta es impecable. Lleva toda la razón política: no se puede someter al pueblo y mucho menos al pueblo gallego, tan disperso, a constantes vaivenes y agitaciones electorales. Aunque no es la primera vez que se conjuga dicha coincidencia electoral ,sí resulta que es la primera ocasión en la que se utiliza un argumento “nacional” para justificar la convocatoria de una consulta autonómica. ¿Hay algún mensaje subliminal y 'ad hominem'?

No hay que olvidar en cualquier caso que ese nombre es uno de los habituales que se ofrecen como posible alternativa y recambio dentro del variado y complejo mundo del centro derecha en España que se articula bajo las siglas PP. Del resultado de esos comicios dependerán en buena parte sus posibilidades futuras si es que real y finalmente pudiera interesarle la aventura española. Tiene entre sus principales consejeros y valedores a otro gallego sabio, José Manuel Romay Beccaría, eterno presidente del Consejo de Estado, que al mismo tiempo es amigo personal de Mariano Rajoy y forma parte del segundo círculo interior del presidente.

Fuentes muy cercanas al jefe del Ejecutivo gallego señalan que Núñez Feijóo tiene dos alternativas que dependerán mucho de si reconquista la mayoría absoluta en su tierra o si, por el contrario, tendrá que dejar el palacio de Raxoi (precisamente). Si consigue lo primero sus opciones a sustituir a su teórico amigo subirán mucho en la particular bolsa popular; si, en cambio, es desalojado del poder, es muy posible que sienta la tentación de aceptar alguna oferta millonaria para dedicarse a otros menesteres en la llamada sociedad civil y empresarial.

Como yo no soy gallego, aunque amo esa tierra, supongo que se me ha entendido todo. O casi.