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El gran CEC, muerte por inanición o infarto
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Graciano Palomo

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El gran CEC, muerte por inanición o infarto

La ausencia de Gobierno, su principal interlocutor para los asuntos de competitividad, hace que una organización de notables con voz y con mucho dinero se evapore como el perfume de una dama

Foto: Hasta ahora el principal aglutinador e impulsor del CEC ha sido César Alierta. (EFE).
Hasta ahora el principal aglutinador e impulsor del CEC ha sido César Alierta. (EFE).

El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el gran 'lobby' de los más poderosos empresarios del país, ni está ni se le espera. La ausencia de Gobierno, su principal interlocutor para los asuntos de competitividad, hace que una organización de notables con voz y con mucho dinero se evapore como el perfume de una dama siciliana.

Lleva más de un año sin firmar un acta porque, en efecto, la reunión del pasado enero fue un trámite para invitar a la exministra de Zapatero y presidenta de la Fundación Cotec, Cristina Garmendia. Es difícil que alguien pueda aconsejar a alguien que no existe. Y en la Asamblea General del pasado mes de junio faltaron Ignacio Sánchez-Galán, Ana Patricia Botín, Francisco González, Isidre Fainé y Antonio Bufrau, entre otros.

El grupo económico y financiero con más capacidad de 'lobby' en España ante la autoridad política, nacido en el año 2009 para indicar el camino al desnortado José Luis Rodríguez Zapatero, tiene ante sí el reto de la propia supervivencia porque, salvo en el cuadro macro en el que todo el mundo está de acuerdo, luego hay diferencias de criterio en la letra pequeña porque cada cual tiene sus intereses.

¡Qué mal debe estar la cosa para que todo este elenco de empleadores no acudan ni a saludarse! Ni siquiera está garantizada la supervivencia del grupo

Hasta ahora ha sido César Alierta el principal aglutinador e impulsor de la cosa. Pero el periodo natural del maño finaliza a comienzos del próximo 2017 y, dimitido como primer ejecutivo en Telefonica, sería lógico que el frente del CEC hubiera otro capo. Es verdad que Fernando Casado, su director general, coordina los trabajos técnicos en los distintos estudios que se realizan. Pero no es eso, que no es eso…

Además de los nombres ya apuntados, componen el sanedrín líderes empresariales en sus distintos sectores como el mallorquín Simón Pedro Barceló, Juan Roig, Rafael del Pino, Javier Moll, José Manuel Entrecanales, Antonio Huertas, Florentino Pérez, Dimas Gimeno y Pablo Isla, entre otros.

¡Qué mal debe estar la cosa para que todo este elenco de empleadores no acudan ni a saludarse!

Ni siquiera está garantizada la supervivencia del grupo. Definitivamente, no somos nada. Y menos, pobres.

El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el gran 'lobby' de los más poderosos empresarios del país, ni está ni se le espera. La ausencia de Gobierno, su principal interlocutor para los asuntos de competitividad, hace que una organización de notables con voz y con mucho dinero se evapore como el perfume de una dama siciliana.

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