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Hernando salva 'el honor de los Prizzi'
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Graciano Palomo

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Hernando salva 'el honor de los Prizzi'

Lo que está realmente en cuestión es si el PSOE como tal es capaz de aguantar los bocados que desde la otra bancada, justamente al lado, les van a lanzar a diario

Foto: El portavoz socialista, Antonio Hernando, en la segunda sesión del debate de investidura. (EFE)
El portavoz socialista, Antonio Hernando, en la segunda sesión del debate de investidura. (EFE)

Si alguien lo tenía realmente complicado eraAntonio Hernando, que es un madrileño de verbo acerado y epíteto rotundo. A caballo entre la fidelidad —¿qué lealtad?— a Pedro Sánchez y la obediencia debida a la gestora que comanda Javier Fernández, pero donde realmente decide Mario Jiménez. ¡Mucho ojo con el onubense que se ha subido a la Suzuki!

Hernando tiene toda una carrera por delante, le gusta la vida política y su ejercicio más que sentarse en la mesa de un restaurante de sushi. Ayer demostró condiciones para ello. Sinceramente. En un discurso medido y a la altura de las penosas circunstancias que rodean al PSOE, el portavoz parlamentario socialista hizo una faena meritoriaconsciente de la realidad que les embarga y recurriendo a la historia secular de la formación que fundara otro Pablo Iglesias (“el bueno” en expresión de destacados dirigentes socialdemócratas).

No hará falta explicitar, por obvio, que su intervención leídaestuvo revisada por Fernández y Jiménez, insisto, que ni quita ni pone pero ayuda a su señora lideresa. Por de pronto, se fue a su banco con las reválidas 'out'.

Lo que está realmente en cuestión es si el PSOE como tal es capaz de aguantar los bocados que desde la otra bancada, justamente al lado, les van a lanzar a diario. La historia en personas y cosas es un dato a valorar pero no es necesariamente garantía de supervivencia. Dependerá también de los errores que cometan los que quieren okupar esa casa. Tengo para mí, sin embargo, que “la” PSOE es mucho partido pero lo sustancial es que sus propuestas —cuando las tengan— de centroizquierda o socialdemócratas pueden ser compradas con razón y razones por millones de españoles que a esta hora ya saben que los pajaritos no cagan pepitas de oro.

Por eso escribo que Antonio Hernando superó con nota un 'match' en el que podría haber salido con la cara como un nazareno. Unos metros más allá, diluido y tristón, 'Boabdil'Sánchez le escuchaba con la mirada perdida.

Si alguien lo tenía realmente complicado eraAntonio Hernando, que es un madrileño de verbo acerado y epíteto rotundo. A caballo entre la fidelidad —¿qué lealtad?— a Pedro Sánchez y la obediencia debida a la gestora que comanda Javier Fernández, pero donde realmente decide Mario Jiménez. ¡Mucho ojo con el onubense que se ha subido a la Suzuki!

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