Palo Alto
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Preparan el choque frontal con Susana Díaz
Las cosas en el primer partido de la oposición —por ahora— siguen internamente más o menos como estaban porque se tardará mucho tiempo en digerir los días de la infamia
El pasado jueves y a última hora de la tarde, la lideresa andaluza recibía en San Telmo a Miquel Iceta, el jefe de lo que queda del socialismo en Cataluña. Es un primer aviso de la persona que todo el mundo da como próxima secretaria general del PSOE al contubernio que otros dirigentes sanchistas preparan para enfrentar las huestes de Susana Díaz.
Las cosas en el primer partido de la oposición —por ahora— siguen internamente más o menos como estaban porque se tardará mucho tiempo en digerir aquellos días de la infamia. Hay un poder eventual pero constituido al efecto que se conduce sin ninguna urgencia y enfrente, unos derrotados que caminan rumbo a lo desconocido, entre otras cosas porque su teórico líder es una caña movida por todos los vientos.
El único objetivo, a día de hoy, que les embarga es devolver las hostias recibidas al ciento por uno. Esto es, hacer bueno el viejo principio de que a quien hierro mata a hierro muere. Vamos a verlo. Un mes y 25 días después de aquella votación que decretó el fin de Pedro Sánchez, Luis Tudanca (Castilla y León), Idoia Mendia (País Vasco), Francina Armengol (Baleares), César Luena (Rioja), Sara Hernández (Madrid), María Chivite (Navarra), José Luis Ábalos (Valencia) y José Antonio Pérez Tapias (Izquierda Socialista) se preparan para el choque de trenes con la persona que actualmente decide en el PSOE.
Dicen que se trata de una batalla por el alma del partido y de construir una alternativa “común para toda la izquierda” sin que se tenga claro quién será la persona que se pondrá al frente de ese “proyecto”. Tienen tiempo para ello hasta que se convoque el congreso que ponga fin a tanta desmesura y estulticia.
Hay un hecho cierto, tocable cada vez que te acercas a la sima socialista. La situación de tensión y de fractura que terminará finalmente en ese choque de trenes abrupto puede devenir en dos cosas. Que haya en efecto una catarsis benefactora que cristalice de cara al futuro o bien que el PSOE, fratricida, salte en mil pedazos.
El pasado jueves y a última hora de la tarde, la lideresa andaluza recibía en San Telmo a Miquel Iceta, el jefe de lo que queda del socialismo en Cataluña. Es un primer aviso de la persona que todo el mundo da como próxima secretaria general del PSOE al contubernio que otros dirigentes sanchistas preparan para enfrentar las huestes de Susana Díaz.