Es noticia
Los 'gestos' de Pablo Iglesias
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Los 'gestos' de Pablo Iglesias

La “jurisprudencia” política en el mundo libre confirma que, al final, alcanzan el poder los que se sitúan en la moderación, la centralidad y la templanza

Foto: Pablo Iglesias en el Pleno del Congreso de los Diputados. (EFE)
Pablo Iglesias en el Pleno del Congreso de los Diputados. (EFE)

Íñigo Errejón, según fuentes muy solventes, fue “acorralado” a primeras horas del pasado miércoles a los pocos minutos de conocerse el fallecimiento de la senadora Barberá por José Luis Ayllón, Rafael Hernando y el propio Jorge Moragas en su escaño del Congreso de los Diputados para sumarse al homenaje del minuto a la fallecida.

Siempre según esas mismas fuentes, el teórico número dos de Podemos hubiera estado por la labor —un minuto son sesenta segundos— pero el que tenía que decidir y mandar, y lo manda todo, era Pablo Iglesias. Punto. Y este no quería que sus mesnadas pudieran tomarle el número cambiado en un “gesto” en el que el cuerpo le rechinaba. Punto.

Me hago cruces por que el “gesto” haya sido motivo de argumentos editoriales en medios teóricamente serios. Iglesias te podrá gustar o no, hacerte gracia u odiarle cordialmente pero lo que no es, y tampoco parece, es un tipo que diga una cosa y haga otra.

Foto: Pablo Iglesias, sentado en el Congreso de los Diputados, con motivo de la jornada de puertas abiertas a la ciudadanía antes de ser diputado. (EFE)

El asunto mollar —más allá de los 'ad hominem' que surgen de las vísceras— es si esos “gestos” ayudan a acercarle al poder o no. Depende de a quién se pregunte. Lo cierto es que la “jurisprudencia” política en el mundo libre confirma que, al final, alcanzan el poder los que se sitúan en la moderación, la centralidad y la templanza. Incluso el gran estafador Trump, una vez conseguidos los votos electorales que le conducirán directamente a la avenida de Pensilvania acude a un moderado republicano como Mitt Romney para blanquear sus inexportables posiciones.

Tengo mis dudas de que Iglesias yerre en sus “gestos”. Porque su militancia y seguidores están en otro registro aunque las contradicciones en las varas de medir sean diariamente descriptibles.

Hay mucha gente en la desesperación (cuatro de cada diez jóvenes españoles viven ya bajo el umbral de la pobreza) y ello al final es muy superior al fantasma de Rita.

Íñigo Errejón, según fuentes muy solventes, fue “acorralado” a primeras horas del pasado miércoles a los pocos minutos de conocerse el fallecimiento de la senadora Barberá por José Luis Ayllón, Rafael Hernando y el propio Jorge Moragas en su escaño del Congreso de los Diputados para sumarse al homenaje del minuto a la fallecida.

Íñigo Errejón