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Los entresijos del Congreso del PP
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Graciano Palomo

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Los entresijos del Congreso del PP

Ese decimoctavo congreso será el de la coronación política de Mariano Rajoy porque será difícil que el gallego pueda asistir a otro dentro de unos años sin que entregue el poder

Foto: Fernando Martínez-Maillo, María Dolores de Cospedal, Pío García Escudero y Soraya Sáenz de Santamaría en el acto de fin de campaña de 2016. (EFE)
Fernando Martínez-Maillo, María Dolores de Cospedal, Pío García Escudero y Soraya Sáenz de Santamaría en el acto de fin de campaña de 2016. (EFE)

“El partido de la mayoría...”, “el PP o el caos...”, “garantizamos lo esencial...”, “nosotros estamos en las cosas serias...”

Son los cuatro mensajes claves que dentro de una semana se oirán en el atrabiliario escenario físico (la Caja Mágica) escogido para un cónclave político que, además, es el partido en el Gobierno.

Foto: .-La presidenta de la Comisión Organizadora del XVIII Congreso Nacional del PP, Luisa Fernanda Rudi. (Efe)

Argumentan en Génova 13 que IFEMA estaba contratado de antemano y tampoco existen en Madrid muchos más lugares para albergar a casi cuatro mil personas que de una forma u otra asistirán al XVIII Congreso Nacional.

En el fondo, ese decimoctavo congreso será el de la coronación política de Mariano Rajoy porque será difícil que el gallego pueda asistir a otro dentro de unos años sin que entregue la cuchara del poder. Ignoro si el presidente del Gobierno invocará al que fuera su amigo personal Camilo José Cela, pero podría hacerlo. Rajoy es la imagen en carne mortal que mejor refleja el aserto del premio Nobel: “En España, resistir es vencer”. ¡Y tanto!

No habrá escalofríos en los mensajes a la militancia popular, que ha demostrado, en las peores circunstancias posibles, aguante, determinación y firmeza que les ha faltado a algunos de sus líderes. Será otro de los mensajes esenciales de Mariano a sus gentes llegadas desde todo el mundo, el homenaje a los 800.000 militantes que han sabido tragar en ocasiones lo no deglutible.

Es lógico que la número dos del Gobierno, que tiene edad y condiciones para aspirar de 'vice' a todo, desee amueblar las plantas nobles de Génova

Luego, en el fondo, el presidente, sin que tenga a José María Aznar como mosca cojonera, puede resumir su 'statu quo' actual: 'me entregásteis el poder y aquí lo tengo'. Punto.

A la hora de escribir esta columna, el sillón de María Dolores de Cospedal en calidad de secretaria general -se elige al presidente que luego a su vez elige a su equipo- estaba seguro en el predio de la manchega. Es difícil por el perfil del personaje que las presiones (pocas y muy prefiguradas, la verdad) que Rajoy ha tenido para que eligiera a otra persona puedan dar resultado. Es un hombre de costumbres; pese a determinados momentos duros, la relación entre el comandante en jefe y su segunda ha sido muy buena y, en ocasiones, entrañable.

También es lógico que desde otras instancias del poder popular, la número dos del Gobierno, que tiene edad y condiciones para aspirar de vice a todo, desee amueblar las plantas nobles de Génova 13 con personas de su confianza como ha hecho en el Gobierno. El problema es que el espacio en esas plantas es muy reducido y no caben todos. Si alguien toma competencias siempre será a cuenta de otro u otra.

Este sería el retrato general del PP ante su siempre aplazada cita congresual. Lo sustancial para ellos, que lo dirán, es que fuera sólo se contempla acritud y malos modos. Saben a qué me refiero.

“El partido de la mayoría...”, “el PP o el caos...”, “garantizamos lo esencial...”, “nosotros estamos en las cosas serias...”

Mariano Rajoy José María Aznar María Dolores de Cospedal Ifema