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Rajoy intenta hacer amigos
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Graciano Palomo

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Rajoy intenta hacer amigos

Oigo a distintos portavoces gubernamentales hablar de “socio preferente” pero en privado arremeten sin piedad ante el “infantilismo” de los dirigentes de la formación naranja

Foto: Mariano Rajoy durante su asistencia al XVI Congreso del PP. (EFE)
Mariano Rajoy durante su asistencia al XVI Congreso del PP. (EFE)

Ya van dos. Al fiasco parlamentario de la estiba se une ahora el desarme de la 'ley mordaza'. Y lo que venga. El calvario del partido en el Gobierno no es algo que pueda sorprender a nadie y menos a Mariano Rajoy.

La 'segunda presidencia' no va a resultar un paseo militar, ni siquiera una procesión de rosas rojas. Ahora mismo tengo la sensación de que a los responsables del Partido Popular les parece que esa caminata será mucho más dura de lo que en principio creían.

Pueden existir socios, en efecto, pero no amigos como reconoció ante el senador del PNV, Jokin Bildarratz. Un gobierno en democracia que se precie no puede acumular derrota tras derrota en el Parlamento. Salvo que quiera correr el riesgo de que le tomen a chacota y el país político aparezca como la casa de Tócame Roque.

Es cierto que el palo de la estiba y el desbarate de la 'ley mordaza' no son elementos de enjundia como para plantearse una disolución de las Cámaras y llamar al pueblo a unas nuevas elecciones generales. Pero si no hubiera Presupuestos Generales en 2018 resulta obvio en lógica democrática que ese supuesto habría que activarlo. En eso está el primer ministro, según mis informaciones. Le preocupa, siempre según los mismos medios cercanos a Rajoy, la “volatilidad” que muestra Albert Rivera, que es al fin y a la postre el que lo decide todo en Ciudadanos. Oigo a distintos portavoces gubernamentales hablar de “socio preferente” pero en privado arremeten sin piedad ante el “infantilismo” de los dirigentes de la formación naranja.

Mariano Rajoy se ha distinguido por dar la vuelta a situaciones complejas. Pero es un hecho cierto y descriptible que lo que no puede ser no puede ser y además es imposible.

No veo un cuadro político en su actual contextura más allá del 31 de diciembre del 2018. Ello con mucha suerte y una pizca de responsabilidad.

Ya van dos. Al fiasco parlamentario de la estiba se une ahora el desarme de la 'ley mordaza'. Y lo que venga. El calvario del partido en el Gobierno no es algo que pueda sorprender a nadie y menos a Mariano Rajoy.

Mariano Rajoy Presupuestos Generales del Estado