Es noticia
Lo de Cuba: el Rey y Rajoy
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Lo de Cuba: el Rey y Rajoy

Hubo críticas desde la derecha dura tras el encuentro con el canciller cubano Bruno Rodríguez, pero ni siquiera en la época más dura del franquismo se rompieron relaciones diplomáticas

Foto: El rey Felipe VI conversa con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodriguez Parrilla. (EFE)
El rey Felipe VI conversa con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodriguez Parrilla. (EFE)

He oído y leído durísimos alegatos desde posiciones de derecha dura, y sobre todo realista, contra el hecho de que el rey Felipe VI y el presidente Rajoy hayan recibido al canciller cubano Bruno Rodríguez como representante de las autoridades de La Habana.

Olvidan que su jefe de filas, Aznar, también hacía lo propio cuando habitaba en Moncloa y además visitó la isla.

Lo de Cuba, en cualquier caso, son palabras mayores para España y sus intereses. Ni siquiera en la época más dura del franquismo y el consiguiente enfrentamiento con el nuevo dictador caribeño se rompieron relaciones diplomáticas y se suspendió el comercio y las relaciones económicas. Escribo esto para que algunos terminen de enterarse.

Foto: Miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias desfilan en La Habana en septiembre de 2014. (Reuters)

Yo creo que el rey Felipe y el presidente Rajoy han cumplido con su obligación al recibir con ciertos honores al representante del castrismo. Ya sé que es una dictadura; ya sé que se trata de un régimen corrupto y sanguinario. No ignoro que tiene presos políticos en sus cárceles y tampoco desconozco que La Habana es quién realmente manda en Caracas. Pero quizá por todo lo anterior hay que llevar a cabo una 'realpolitik' en la isla, distinguiendo claramente el régimen político del pueblo que lo padece.

Además de los lazos históricos, culturales y de sangre entre España y Cuba hay mucho dinero en juego. No solo por lo que nos debe el castrismo y que posiblemente nunca cobraremos ni siquiera en tabaco o en ron. Las empresas españolas, básicamente turísticas pero no solo, están sólidamente asentadas en el país caribeño y deben estarlo más. No podemos dejarnos comer una tostada que hemos cocinado durante décadas ante el empuje de los norteamericanos (USA y Canadá) u otras potencias europeas (Francia, básicamente) después de haber hecho antes todo el gasto.

Definitivamente: empujar a la dictadura hacia su final, sí. Permanecer en Cuba, también. Por todo.

He oído y leído durísimos alegatos desde posiciones de derecha dura, y sobre todo realista, contra el hecho de que el rey Felipe VI y el presidente Rajoy hayan recibido al canciller cubano Bruno Rodríguez como representante de las autoridades de La Habana.

Rey Felipe VI