Es noticia
Cataluña: la hora de la verdad y la mano dura
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Cataluña: la hora de la verdad y la mano dura

Un problema añadido en este quilombo insufrible es la actitud de la izquierda ante el tema catalán. Si el PSOE coadyuvara la cosa sería distinta, mascullan indignados en la grey popular

Foto: El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont. (EFE)
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont. (EFE)

Nadie mínimamente informado y con medianas dotes de observación podrá negar que es el órdago independentista catalán el principal asunto que tiene planteado España desde hace ya años.

Es algo que se reconoce en las alturas del Estado y en todos sus estamentos. Un tema cansino, recurrente, 'destroying', escasamente moderno y demoledor en un permanente tira y afloja que tiene a los ciudadanos hasta el mismísimo gorro.

Foto: El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, durante la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros. (EFE)

Al iniciarse la legislatura el presidente encargó a su vicepresidenta la ardua tarea de 'conectar' al Estado con aquel territorio en busca de reforzar su presencia después de casi cuarenta años de ausencias e incomparecencias. Algún fruto ha dado el puente aéreo pero los grandes partidos catalanes siguen erre que erre abrazados al llamado 'procés'. La impresión que se podría colegir es que ante las provocaciones secesionistas –cartas incluidas– el Gobierno y específicamente su comandante han decidido ir al ataque. Algo de ello se pudo traslucir en la última intervención presidencial en el Senado respondiendo a una pregunta de una provocadora de ERC.

Lo que está claro son dos cosas. La primera es que el Gobierno intenta no caer en provocaciones que vayan más allá de respuestas “proporcionadas”. La segunda, que tiene a punto medidas ejecutivas de asunción de competencias clave: desde los Mossos a las cuestiones económicas. Punto.

Quizá, como decía Ortega, el “problema catalán” no tenga solución y haya que convivir con él toda nuestra existencia

Un problema añadido en este quilombo insufrible es la actitud de la izquierda ante el tema catalán. Si el PSOE coadyuvara la cosa sería distinta, mascullan indignados en la grey popular.

Quizá, como decía Ortega, el “problema catalán” no tenga solución y haya que convivir con él toda nuestra existencia. ¡El asunto es que ahora vienen arreando!

Nadie mínimamente informado y con medianas dotes de observación podrá negar que es el órdago independentista catalán el principal asunto que tiene planteado España desde hace ya años.