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La Tigresa, en la calle
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Graciano Palomo

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La Tigresa, en la calle

Los que saben de esto dicen que con la excarcelación de la Tigresa se cierra la etapa más vomitiva de la banda

Foto: Varios medios esperan la llegada de la exmiembro de ETA Idoia López Riaño, 'la Tigresa', tras salir de prisión. (EFE)
Varios medios esperan la llegada de la exmiembro de ETA Idoia López Riaño, 'la Tigresa', tras salir de prisión. (EFE)

Trato de describir los hechos sin poner un ápice de emoción subjetiva ante una historia. Empecé a saber quién era Idoia López Riaño, la Tigresa, así apodada por sus llamativos ojos fluorescentes, cuando consumía mis años jóvenes en distintas redacciones de Madrid y de forma continuada ETA regaba el país de cadáveres desde Zaragoza a la capital, pasando por Barcelona.

Formó parte de los comandos más sangrientos de la banda y fue condenada por más de veinte asesinatos hasta convertirse en un mito para los terroristas más sanguinarios y los proetarras más desalmados. Entre sus gloriosas hazañas está el atentado en la Plaza de la República Dominicana (Madrid) donde fueron segadas las vidas de 12 guardias civiles. Dentro de dos días se cumple el 30 aniversario de la matanza de Hipercor, la mayor en número de víctimas de la escalofriante historia etarra.

Ha pasado 23 años en prisión. En el 2010 se acogió a la llamada vía Nanclares de reinserción para los etarras encadenados que rechazaran el terrorismo. La medida fue impulsada por el gobierno Zapatero y con Alfredo Pérez Rubalcaba en calidad de ministro de Interior. Hace apenas doce meses mediante carta manuscrita pidió perdón por sus crímenes.

Fue condenada por más de veinte asesinatos hasta convertirse en un mito para los terroristas más sanguinarios y los proetarras más desalmados

Los que saben de esto dicen que con la excarcelación de la Tigresa se cierra la etapa más vomitiva de la banda de la que fue expulsada (colectivo de presos etarras) precisamente por acogerse a la mencionada vía.

23 años por 23 asesinatos. José Pablos Ruiz, uno de los guardias civiles que viajaba en el furgón de la Benemérita que estalló en el centro de Madrid y que salvó la vida milagrosamente mientras doce de sus compañeros eran descuartizados por la bomba dice sentir “rabia e impotencia”. Le dieron de baja en el servicio.

El martes 13 de junio del 2017 le abrían las verjas de la prisión de Zaballa. Era una persona libre.

Trato de describir los hechos sin poner un ápice de emoción subjetiva ante una historia. Empecé a saber quién era Idoia López Riaño, la Tigresa, así apodada por sus llamativos ojos fluorescentes, cuando consumía mis años jóvenes en distintas redacciones de Madrid y de forma continuada ETA regaba el país de cadáveres desde Zaragoza a la capital, pasando por Barcelona.

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