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Los tres tenores que trinan
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Graciano Palomo

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Los tres tenores que trinan

Felipe González y Aznar invocan el artículo 155 de la Constitución. El otro, José Luis Rodríguez Zapatero, balbuceó como siempre y navegó en un mar de dubitaciones

Foto: Los expresidentes González, Aznar y Zapatero. (EFE)
Los expresidentes González, Aznar y Zapatero. (EFE)

Bieito Rubido ha tenido el poder y la oportunidad de reunir a los tres expresidentes del gobierno vivos para enjuiciar el gran quilombo que nos embarga: la muerte de España o su supervivencia. Porque si los secesionistas consiguen sus propósitos, todos ellos y nosotros habremos hecho un pan como unas hostias.

Los “jacobinos” Felipe González y Aznar –que se odiaron cordialmente y hasta el paroxismo durante sus etapas más virulentas– lo tienen más fácil: invocar el artículo 155 de la Constitución e interpretarlo de una manera suave y modulada. El otro, José Luis Rodríguez Zapatero, balbuceó como siempre y navegó en un mar de dubitaciones. Olvidó que en gran parte la inaceptable e insufrible situación actual viene motivada por su gestión de aquella frase “aceptaré el Estatut como salga del Parlament”. Después de enmendar la plana a Pedro Sánchez con su “federalismo” y reforma constitucional, se despidió apresuradamente y se fue para Venezuela. ¡Hace falta tener cara!

Volvamos al fondo del asunto. González dijo que Puigdemont lo que realmente quiere es “destruir España”. ¡Vaya descubrimiento! Eso ya lo sabíamos, querido sevillano, lo que no sabemos es lo que proponen ustedes para pararle los pies. Más que nada, cómo pararle los pies y si hay redaños para ello.

Zapatero jugó con fuego y el resto de sus 'coleguis' (Rajoy incluido) no supieron apagarlo. El incendio es ya de proporciones enormes

El asunto es de tal magnitud que nada puede sorprender que Vocento/ABC logre reunir a los que fueron primeros ejecutivos del país en una extraña cama mediática. Porque si el Estado se va por el desagüe, ellos serán los primeros en ser deglutidos por el leviatán.

Lo que debería privar no es sentarse en una mesa del grupo mediático conservador y arribista, no. La imagen que podría impactar a propios y extraños es arropar al unísono al hombre que en estos momentos tiene la responsabilidad de cercenar el golpismo de Junqueras. Se llame como se quiera el que habite en el palacio de la Moncloa.

Zapatero jugó con fuego y el resto de sus 'coleguis' (Rajoy incluido) no supieron apagarlo. El incendio es ya de proporciones enormes.

Bieito Rubido ha tenido el poder y la oportunidad de reunir a los tres expresidentes del gobierno vivos para enjuiciar el gran quilombo que nos embarga: la muerte de España o su supervivencia. Porque si los secesionistas consiguen sus propósitos, todos ellos y nosotros habremos hecho un pan como unas hostias.

Moncloa José María Aznar Carles Puigdemont