El sainete 1-O llega a su final

“No habrá ni urnas ni cajas de cartón ni nada… El 1-O no habrá nada…”.

La persona que esto me afirma se llama María Dolores, se apellida Cospedal y es la ministra de Defensa que trabaja en un amplio despacho presidido por un retrato del rey Felipe. Adorna la estancia con un bello cuadro titulado “Combatientes catalanes en el frente…”, soldados que van al choque enarbolando una bandera española.

Hace unos días, con ocasión de la celebración de los 40 años de la creación del ministerio de Defensa –que terminaría con los tres ministerios militares del franquismo–, Cospedal –a la vez secretaria general del PP– reunió a todos sus antecesores tanto socialistas como populares. Acudió desde Narcís Serra a Federico Trillo, pasando por el felipista Julián García Vargas. Solo faltó el zapaterista José Bono, el amigo o lo que sea de Antonio Miguel Méndez Pozo, que se ha librado de todo (judicialmente hablando) y que le tiene un amor indescriptible a su paisana manchega. ¿Conoceremos algún día la profundidad del pensamiento del ínclito Bono? ¡Tengo mis dudas!

A lo que íbamos. Pregunto a la ministra –encantada en su responsabilidad– qué piensan los militares del gran quilombo catalán, cuáles son los estados de opinión en los cuartos de banderas.

El Ministerio de Cospedal recordó el rol que la Constitución reserva a las Fuerzas Armadas que fue masivamente votada en Cataluña

Disciplina y acatamiento a la Constitución, a las leyes y al poder civil constituido. Saben cuál es su misión y su cometido.

Silencio total, pero runrún perceptible por lo 'bajini'. No lo permitáis.

Con motivo de la mencionada celebración de los 40 años del departamento, Cospedal recordó el rol que la Constitución reserva a las Fuerzas Armadas. Una Constitución que fue masivamente votada en Cataluña. La simple mención de la ministra a ese papel constitucional de los militares en la defensa de la integridad de España puso de los nervios a los rufianes de todo tipo y condición.

¡No lo permitáis!

Afortunadamente, hoy quien no lo debe permitir es el poder civil, legal y democráticamente constituido.