El caso de Félix, Naturhouse

Félix Revuelta, que es empresario de raza, suele poner huevos en distintas cestas 'comme il faut'. No hay que olvidar que este relevante emprendedor (la palabra me produce hilaridad) es uno de los principales damnificados del Banco Popular de Ángel Ron.

Revuelta es personaje dinámico donde los haya en esto de la actividad política al socaire de la sociedad civil, especialmente en causas que van de suyo. Fue clave en la creación del movimiento Sociedad Civil Catalana y anda revolviendo, asimismo, en diferentes negocios mediáticos. Félix ha decidido abandonar definitivamente Cataluña como cuartel general de sus portaviones Naturhouse, si bien hace tiempo que había puesto en Madrid sus esperanzas.

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Revuelta ha dicho cosas importantes y que deberían ser tomadas en cuenta por la caverna secesionista: “Los empresarios catalanes fundamentalmente temen perder las subvenciones o ser señalados como antipatriotas”. La denuncia tampoco es ninguna novedad; conocemos el hecho desde antaño.

El caso Naturhouse debería hacer reflexionar a los rupturistas. Dirán que es un caso distinto y distante de un empresario facha que financia a Rivera en lugar de aceptarlo como un reflejo de una realidad irrespirable e intolerable en un territorio que forma parte de la cuarta potencia de la Unión Europea.

En lugar de abrir los ojos, los chicos del Govern siguen mudos y ciegos ante el creciente malestar de una gran parte de la sociedad catalana ante su desafío ilegal y suicida. Los cascotes se les caen encima y ellos tocando la cítara. La fuga de empresas es un hecho tabulable, el coste de la financiación catalana llega casi al 3%, no pueden respirar sin los cheques de Montoro pero ellos están al final del festín poniéndose hasta el bebe de butifarra.