España vista desde la tierra de JFK

Llevo una temporada en Estados Unidos, especialmente en la Costa Este, liberal desde el Mayflower, en busca de algunas señas del país que todavía es la primera potencia de la tierra y el líder del mundo libre a pesar de Donald Trump.

Fue el Camelot de John F. Kennedy, de su familia, de John Kerry, de Cabo Logde, Harvard, Yale, MIT. Una tierra que vive ahora de la nueva tecnología e incluso de tiempos pasados. También Nueva York, a tiro de tren quejumbroso, viejo y torpe.

Hay aspectos en los que España puede dar sopas con hondas a la primera potencia mundial. Me estoy refiriendo a la sanidad, las infraestructuras…

¿Cómo se ve España desde estas latitudes? Salvo por una minoría intelectualizada por algo o por personas que, de alguna manera, tienen interés específico en los asuntos de España es tan ignorante como podría serlo Madagascar. Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad.

Sin embargo, en estados como Massachusetts, Connecticut, el español es ya la segunda lengua. Las grandes universidades de esta zona estadounidense están fijándose mucho en el español de cara al futuro. También esos centros de transmisión de conocimientos e investigación que son élite mundial empiezan a estar sembrado de jóvenes científicos españoles que están poniendo su impronta por estas latitudes.

Lo sustancial, desde la perspectiva a vista de pájaro que puede observarse de España, es que nuestro país no está en el Tercer Mundo; muy al contrario. Hay aspectos en los que puede dar sopas con honda a la primera potencia mundial. Me estoy refiriendo a la sanidad, las infraestructuras y el turismo, primordialmente. Ahora que se ha abierto el debate en España acerca de la turismofobia deberían, los que la practican, darse una vuelta por el mundo antes de poner sus sucias manos en un tema capital y extraordinario como es el turismo en nuestro país.

¡Qué pena!